mejoras en alta mar

Los ferries con aires de crucero animan las rutas marítimas desde Barcelona

Las navieras potencian el transporte por el Mediterráneo con más entretenimiento a bordo, espacios al aire libre, mascotas bienvenidas y mejor alojamiento

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Patricia Castán

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El diseño de los ferries que surcan el Mediterráneo delata su dualidad, entre la carga y el transporte de pasajeros. Sus grandes bodegas para transportar mercancías y vehículos se llevan buena parte del espacio, pero en los puentes para los pasajeros los cambios se aprecian hace un tiempo. El pasado mes, Trasmediterránea presentaba en el puerto barcelonés el fichaje del 'Volcán de Tinamar' de la naviera Armas -ahora accionista mayoritaria de la primera- y el ambiente en su coqueta cubierta de piscina, solarium y bar recordaba más a un crucero de pequeño tamaño que a un barco de los llamados ro-pax (carga y viajeros). 

El moderno buque ha servido también para reducir en dos horas la línea Barcelona-Maó (y viceversa) y el paquete se completa con música y animación a bordo, sea para los más pequeños si la travesía es diurna o para los jóvenes si es nocturna. Con una ventaja añadida: precios de bar muy asequibles, al contrario que los brindis en un crucero vacacional.

Las rutas con Balears, que esta naviera y Baleària refuerzan en temporada alta, cobran su esplendor precisamente en verano, cuando las familias y grupos toman los barcos. El mencionado ferry amplía capacidad de usuarios (1.756 pasajeros) pero incorpora -además de cafetería y un económico bufet-, zona de juego, guardería, tienda, gimnasio y videocine entre otros. Los camarotes (de una a cuatro personas) incluyen televisión, por ejemplo. 

Público según temporada

Lo más sorprendente a bordo de un ferry, no obstante, es que las mascotas son bienvenidas y desfilan -atadas con collar- por los barcos. Esa posibilidad, así como llevar consigo el vehículo o un equipaje de órdago suelen ser motivaciones para muchos viajeros estivales. En invierno, por contra, buena parte del pasaje lo componen los conductores de los camiones a bordo, grupos de jubilados o de estudiantes de fin de curso o quien busca un billete barato de temporada baja y elige ir en asiento, aunque ahora hay opciones Premium con espacios más privados y butacas reclinables.

Grimaldi ha sido otra de las navieras que más han apostado por 'crucerizar' los barcos. Que nadie espere los acabados o servicios de un crucero, pero sí formas de amenizar las 20 horas de navegación hasta Roma o 12 hasta Cerdeña, incluso con servicio de jacuzzi y masajes, sala de juegos, discoteca, restaurante a la carta, suites...  Sus rutas, además, se integran de lleno en las vacaciones con opción de viaje más alojamiento en destino, o bien escapadas de fin de semana a Roma, donde el barco se convierte en hotel por una noche. Una vez en Italia permiten otros muchos más enlaces por el territorio. La naviera, abanderada de las autopistas del mar, también tiene propuestas especializadas como los viajes religiosos o programas de educación.

Entre las novedades del verano, Baleària, por ejemplo, estrena dos restaurantes a la carta en sus buques 'Martin i Soler' y 'Sicilia' (a Alcúdia y Ciutadella, e Eivissa, respectivamente), también con cocina de fusión y hasta menús veganos a bordo. Al margen del ocio a bordo, su apuesta paralela es la sostenibilidad, con buques que ya hacen las maniobras en el puerto con gas natural licuado.