La carpa provisional de la Abaceria abre a medio gas en el paseo de Sant Joan

A contrarreloj y a medio gas, la carpa provisional que acoge el mercado de la Abaceria en lo alto del paseo Sant Joan ha levantado parte de sus persianas esta mañana de viernes, con la certeza ya de que ese será su emplazamiento al menos hasta el 2022, como informó ayer este diario. El ayuntamiento niega que la causa de los retrasos sea de índole presupuestaria, pero la plataforma opositora a la reforma de 33 millones de euros prevista asegura que lleva meses sin contacto con Mercados de Barcelona y que no se ha pactado ninguna nueva modificación en el anteproyecto ya ajustado en junio del 2016. Es decir, que nadie entiende los retrasos ni que el proyecto constructivo esté aún pendiente en todas sus fases.

La mayoría de puestos alimentarios del interior de mercado han abierto hoy, aunque siete de los 42 no han llegado a tiempo. En algunos casos se trata de comercios muy grandes que han visto imposible trabajar tras todos los problemas técnicos registrados ayer, cuando aún no contaban con cámaras ni otros servicios. Varios se han quejado de la precipitación de la apertura, que aunque debía haberse realizado a principios de semana estaba tan atrasada que "hubiera sido mejor posponerla hasta el lunes", han opinado. No obstante, eso habría fastidiado los planes de estreno oficial y fiesta popular previstos para el sábado. 

El principal problema esta mañana es que en pleno día fuerte de ventas el mercado estaba lleno de operarios con casco, arriba y abajo, retocando elementos o barriendo la polvareda entre los clientes. Al recinto le quedan ajustes, como un puesto de comidas preparadas a la entrada donde a un lado se ha hecho un mostrador tan alto que ni una señora mayor podrá alcanzar su compra, se lamentaban sus vendedoras. Pero en general los comerciantes estaban aliviados por haber dejado atrás el decrépito mercado que ahora habrá que renovar, en la Travessera de Gràcia.

Peor estaba la cosa en el perímetro exterior, donde se ubican 14 tiendas de ropa y complementos y solo dos habían podido abrir a tiempo.

Calendario incierto

La gran pregunta es qué pasará con el mercado definitivo, que hasta hace poco tenía que empezar a construirse en el 2018 pero que ahora el consistorio aplaza hasta el 2020, con unos 24 0 30 meses de obras que llevarían la inauguración del nuevo al horizonte del 2022, si no pasa nada más. La obra se pospone, pues, al mandato siguiente -tras las elecciones de mayo-, pese a que buena parte de la fuerte inversión había sido planificada para el vigente.

El gerente de Mercados, Màxim López, ha explicado hoy a pie de carpa que lo importante era ejecutar el traslado para mejorar las condiciones de venta de los comerciantes y que ahora se abrirá el proceso para desarrollar el proyecto constructivo y adjudicarlo. Se han destinado hasta ahora 4,2 millones de euros para la carpa y otros temas, mientras que en el 2019 se invertirán 1,6 en la fase de redacción del proyecto.

La plataforma Gràcia cap a on vas?, que batalló contra la supuesta sobredimensión de la reforma, se apuntaba desde diversos frentes como razón de la demora. Sin embargo, fuentes del colectivo afirman que llevan meses sin contacto con el consistorio y que el único ajuste que se ha hecho por su presión fue incorporar un espacio de 350 metros cuadrados para cooperativas, ya hace dos años. Ignoran el motivo de los retrasos, ya que constatan que no hay más negociaciones abiertas. El propio López asegura que aunque el ayuntamiento siempre puede "adaptar sugerencias", en principio no se prevén cambios fuera del anteproyecto aprobado el verano del 2016 por amplia mayoría de los vendedores.

En los próximos 15 días aún habrá trajín en el viejo mercado para completar la mudanza, pero entonces se tapiará para evitar intrusiones. En otoño se demolerá todo el interior y techos, manteniendo su estructura de paredes, que está protegida. La operación durará unos cuatro meses.