EL FUTURO DE LA MOVILIDAD EN BARCELONA

Ciutat Vella aspira a que motos y coches aparquen bajo tierra

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zentauroepp44228594 barcelona 9 07 2018 motos aparcadas en les rambles fotograf 180709182630 / JOAN CORTADELLAS

Carlos Márquez Daniel

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Todos los caminos de Barcelona llevan a Ciutat Vella, el lugar en el que empezó todo. Pero que sea la desembocadura natural de la ciudad no significa que deba ser zona de paso para la movilidad privada. El consistorio, de hecho, aspira a todo lo contrario, a que el coche y la moto sientan que este no es distrito para ellos; y ya puestos, que la carga y la descarga no entorpezca la vida peatonal y escolar, o que sea más fácil ir en bici. El gobierno de Ada Colau ha ideado un plan a siete años vista para conseguirlo. Con un montón de medidas concretas y un objetivo muy claro. Pero con una hoja de ruta típicamente política: se irá decidiendo sobre la marcha

La concejala de Ciutat Vella, Gala Pin, ha sido la encargada de desgranar la propuesta, que tiene forma de plan de movilidad 2018-2025 y podrá desplegarse sin la aprobación del pleno del ayuntamiento (los 41 concejales de los siete grupos municipales). El diagnóstico arroja algunas cifras que permiten hacerse una idea la situación. Ha explicado la edila de Barcelona en Comú que el 50% del tráfico del distrito está de paso hacia otros lugares (se quiere reducir el vehículo particular en un 30%), y ha recordado que aquí se registran el 18,3% de los desplazamientos cuando la población solo supone el 6,2% y estos barrios suponen poco más del 4% de la superficie total de la capital catalana.

Afectaciones

¿Y cómo afectará este plan a la ciudadanía? A la residente, si todo va según lo previsto, debería venirle de maravilla, pues esa balanza de uso de la calle que ahora está a favor del coche de vería decantada del lado de los que van a pie. En este sentido, está previsto aumentar en un 10% la superficie destinada a los viandantes, de las 27,59 a las 30,35 hectáreas. También como novedad, está previsto reducir el número de aparcamientos para moto en la calle -pasar de 3.000 a 2.460, un 20%-, ampliando la oferta en párkings subterráneos de pago. El plan prevé doblar el número de kilómetros de carril bici (de 7,7 a 15) e incrementar un 35% las plazas para dejar la bicicleta en la calle (de 44 a 599 en el 2025).

La carga y descarga también se verá afectada. Ahora se permite que los camiones coincidan con la hora punta de la entrada a los coles o a trabajar. Para evitar esa (a veces) incómoda coincidencia, el gobierno de Colau retrasará el horario de los repartidores que no lleven producto fresco. La idea es que trabajen a partir de las 9.30 y hasta las 12.30 horas. También se intentará evitar que el 40% de la mercancía se siga entregando de manera irregular. En cuanto a la morfología de las calles, a pesar de que el plan tiene un presupuesto de casi 83 millones de euros, no se prevén grandes cambios. Sobre la marcha, se irán colocando cámaras de acceso o pilonas. Según convenga. Una de las afectadas, o no, podría ser Via Laietana. Ya se verá.

Precios asequibles para vecinos

Ante la previsible desaparición de parte de las plazas de zona azul y de aparcamiento para motos, el ayuntamiento asume que los propietarios de vehículos de dos y cuatro ruedas tendrán que buscarse aparcamientos subterráneos. Para que eso no suponga un torpedo en la línea de flotación de la economía familiar de los vecinos, el consistorio tiene previsto que los párkings públicos de BSM faciliten precios asequibles a los residentes. No para los que vengan de otros distritos. Será especialmente doloros para los motoristas, nada acostumbrados a tener que pagar por estacionar.