BCN ACOGE LA COMPETICIÓN FUTURE CHEER

El 'cheerleading' catalán pide paso

La práctica de esta disicplina se extiende desde que la Federación de Ball Esportiu la incluyó en su lista de federadas

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Mauricio Bernal

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Una cosa es el 'cheerleading' de animación y otra el 'cheerleading' de competición. La distinción es fundamental: los equipos que han medido fuerzas este sábado en la primera edición de la versión barcelonesa del Future Cheer no se dedican habitualmente a animar a un quinteto de baloncesto desde el borde de la pista y a hacer su espectáculo en los tiempos muertos. Existen para competir y solo para competir, y puesto que España no es precisamente una meca del 'cheerleading', y que las competencias escasean, a una cita como la que ha tenido lugar en uno de los pabellones de la Fira de Barcelona básicamente todos quieren asistir.

Thunders Barcelona, BCN Cheer, Golden All Stars y Sharks Hospitalet son los clubes destacados

El aterrizaje de Future Cheer en Barcelona no es producto del azar. La empresa, una especie de gigante del mundo del 'cheerleading' europeo, organizadora de campeonatos en el Reino Unido durante todo el año, ha apadrinado, por decirlo así, el surgimiento del 'cheerleading' catalán. ¿Existe el cheerleading catalán? Existe. Es joven, no lo conforman demasiados equipos y se bate contra la falta de recursos –y seguramente cierta incomprensión–, pero es de lejos lo más desarrollado que hay en España. La Federació Catalana de Ball Esportiu (FCBE) incluyó el 'cheerleading' en la lista de disciplinas federadas en el 2012, y como partían de cero, llamaron a las puertas de Future Cheer. Desde entonces, el fenómeno no ha hecho más que crecer.

Coletas y lentejuelas

El paisaje que depara un acontecimiento de esta naturaleza no establece apenas contrastes con el tópico. Por el pabellón número 8 de la Fira desfilan niñas y jovencitas en uniformes que lindan con cierta psicodelia, y sobre todo, con unas coletas cuyo grado de empinamiento apunta a la majestad. En el lugar exacto donde empiezan a precipitarse hacia el vacío se aposenta el detalle estético omnipresente: los lazos. Los lazos son parte del uniforme. Lazos enormes, con lentejuelas, coloridos y vistosos. "Desde que hay 'cheerleading' hay lazos", explica alguien. En la improvisada tienda de 'merchandising' los venden en diferentes modelos. Al fin y al cabo el pelo es importante: los latigazos de coleta al aire pueden formar parte de la coreografía.

Pero por supuesto no es lo más importante. La estética es estética. El fondo de este asunto y lo que mide las fuerzas entre equipos tiene que ver con lo que son capaces de hacer durante los dos minutos y medio de que disponen sobre el tapete. Amanda Fairhall, la presidenta del jurado, enumera algunos de los criterios que determinan el puntaje: "La habilidad gimnástica, los saltos, los vuelos, la coreografía…" La trayectoria de la jueza es paradigmática de lo que puede hacer con una vida un país conde el 'cheerleading' está asentado. "Tengo 36 años y llevo 26 en este mundo -dice-.  He sido atleta, 'cheerleader', entrenadora, jueza y organizadora de eventos". Puede que el tiempo acabe engendrando una criatura así en España.

Habilidad gimnástica, saltos, coreografia y vuelos son algunas de las variables puntuables

A la cita de este sábado han acudido una quincena de clubs, la mayoría catalanes, entre ellos pesos pesados como el Club de Cheerleading Thunders Barcelona, BCN Cheer, Golden All Stars y Sharks Hospitalet. Ha venido un club de Alcobendas, Cheerxport Alcobendas, y hay una considerable representación internacional que encabezan cuatro clubes del Reino Unido y que incluye formaciones de Suiza, Holanda, Noruega y Bélgica. "No está mal para ser la primera vez", dice Tessa Crow, portavoz del evento, antes de subrayar que está prevista una segunda cita dentro de un año. Después de París, donde Future Cheer organiza una competición anual, Barcelona es la segunda plaza de su expansión internacional. Habrá que hacer sitio para el turismo de 'cheerleaders'.

Pocas competiciones

Siendo un pequeño hito en la breve historia del 'cheerleading' de competición catalán, el Future Cheer Barcelona no colma ni de lejos la necesidad de competir de unos equipos hechos para competir. "Para nosotros es la tercera competición este año, es muy poco", dicen Aina Mondragón e Israel Lamota, entrenadores de Sharks Hospitalet. Nacido en Ecuador, Lamota pasa por ser el primer -cronológicamente hablando- 'cheerleader' de España, lo cual es tan informativo como el hecho de ver que por el pabellón se pasean más hombres en uniforme de 'cheerleading' de los que un observador desprevenido esperaría ver. Aunque en clara minoría, eso sí. "No estamos en EEUU o el Reino Unido –siguen los entrenadores–, donde si quisieras podrías participar en una competición cada fin de semana".

Pía Vergara es una mujer de 29 años nacida en Chile. A los 14 años empezó a hacer 'cheerleading' en Huracán All Stars. Luego pasó al Golden All Stars. Luego, al mudarse a Barcelona, estableció una franquicia del club en sociedad con Jordi Montoro. "Es cierto que apenas hay competiciones, entonces lo que hacemos casi todos es buscar a nivel internacional. Este año por ejemplo ya estuvimos en Alemania". A la pregunta de qué le ha aportado durante 15 años esta práctica, Vergara responde: "Disciplina, espíritu de equipo, confianza, vínculos de amistad. Y es un deporte muy completo, trabajas todo el cuerpo". ¿Es un deporte? "Por supuesto que sí", asienten los dos.