NUEVA ESTRATEGIA POLICIAL

Vídeo | Todos los trucos de los carteristas de Barcelona (y cómo responde la Guardia Urbana)

Guillem Sànchez

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La Guardia Urbana de Barcelona ha creado una lista de carteristas multirreincidentes para poder sumar semanalmente el importe de todos los objetos de valor que han sustraído a ciudadanos de la capital catalana. El objetivo es poder acreditar judicialmente que sus acciones componen un delito continuado y lograr así que los hurtos inferiores a 400 euros, por acumulación, acarreen penas más duras. Si se tratan por separado, al ser sustracciones tipificadas como delitos leves, desembocan en un juicio rápido que con frecuencia no prospera debido a las incomparecencias de las víctimas, casi siempre turistas que ya se encuentran lejos de la ciudad.

Carteristas sin fronteras

Los hurtos en Barcelona, el delito rey en la capital catalana, son sustracciones de objetos de valor que los ladrones llevan a cabo sin hacer uso ni de violencia ni de intimidación. Es decir, que birlan sin que sus dueños -casi siempre turistas- se hayan dado cuenta. 

Mancheros, mimosinas, claveleras, papeleros, ronaldinhos, maperas, cojocarus, iphoneros… Barcelona está llena de pícaros que salen cada día a 'trabajar'. Son sospechosos habituales que, en muchos casos, han desembarcado temporalmente en Barcelona procedentes del extranjero, durante los meses de máxima afluencia turística. Después, siguen de 'mangui-gira' por otras capitales del continente. Tanto la Guardia Urbana como los Mossos d’Esquadra, que cuentan con unidades especializadas en combatirlos distribuidas por distritos de toda la ciudad, conocen bien a los autores más experimentados.

Las policías europeas intercambian documentación constantemente sobre estos artistas del 'pickpocketing' (la acción de hurtar en inglés) porque las ciudades turísticas, aunque estén tan alejadas entre sí como lo están LondresAmsterdamParísRomaBerlín o Barcelona, ya no lidian exclusivamente con los respectivos cacos locales; ahora tienen que combatir la movilidad de los que actúan a escala global. 

El problema para detenerlos es que las penas previstas por un hurto menor de 400 euros son tan exiguas que no resultan disuasorias. "Si los sorprendemos 'in fraganti', les identificamos y les citamos a un juicio rápido acostumbra a quedar en nada", explican fuentes policiales.

Metro, tiendas, restaurantes...

A lo largo de los años se ha tratado de hacer frente a los carteristas más hiperactivos con distintas medidas. Una de ellas fue la de las órdenes de alejamiento del Metro. Entre las aglomeraciones del tren suburbano los carteristas se ponían las botas. Pero esta medida no es aplicable a la vía pública, donde siguen actuando, o en el interior de establecimientos comerciales -como tiendas de ropa, restaurantes o recepciones de hotel-, donde parecen haber encontrado un terreno de juego tan ideal como el Metro para sus propósitos.

Por eso la Guardia Urbana ha activado una nueva estrategia destinada a luchar contra los carteristas más activos. Desde hace dos semanas, según fuentes policiales, los agentes del Grupo de Delincuencia Urbana de Ciutat Vella y los del Eixample han optado por evitar, de entrada, los juicios rápidos a los habituales que son sorprendidos en hurtos que no alcanzan los 400 euros de valor. "Lo que hacemos es identificarlos, tasar el valor del objeto robado (cartera, teléfono, pulsera…) e informar a la Unidad de Investigación". Desde esta división, se ha creado una lista con el objetivo de sumar todos los 'golpes' que den en 7 días. Durante este intervalo de tiempo, "sumamos cada delito hasta que alcanza un total que supera los 400 euros y entonces podemos detenerlos y trasladarlos a juicio por un delito superior". Cuando se supera la semana, el contador se pone a cero y se reactiva el cauce del juicio rápido. 

El Código Penal, en su artículo 74, aclara que cuando se comprueba que un sospechoso ejecuta "un plan preconcebido" para realizar "una pluralidad de acciones" debe ser castigado como "autor de un delito continuado" y la pena impuesta toma en consideración "el perjuicio total causado". La nueva estrategia de la Urbana se basa en este artículo y aspira a que cristalice en la imposición de penas 'menos graves', y no 'leves' como hasta ahora, contra los carteristas multirreincidentes. 

Los hurtos continúan aumentando

Los hurtos suponen más del 60% del total de delitos que se cometen en Barcelona. En el último balance de hechos delictivos conocidos en la ciudad -año 2017- se registró un aumento del 9% con respecto al 2016. Según fuentes policiales consultadas por este diario, en Ciutat Vella esta tendencia negativa se mantiene durante esta primera mitad del 2018. Los hurtos, por discretos que sean, incomodan notablemente a las víctimas, porque implican la pérdida de carteras, con toda la documentación, o de teléfonos móviles, con memoria digital en su interior a veces irremplazable.