NUEVA LÍNEA DE AUTOBUSES

El Ayuntamiento de Barcelona descarta un bus que cruce toda la Diagonal

Un autobús de Barcelona

Un autobús de Barcelona / FERRAN SENDRA

Felipe Valenzuela

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El Ayuntamiento de Barcelona pondrá en marcha el 25 de junio tres nuevas líneas de autobuses y dejará seis sin funcionamiento. Estas incorporaciones, que sumadas a los recorridos actuales transportarán a 390.000 pasajeros en días laborables, no incluirán la habilitación de un bus que cruce la Diagonal de punta a punta, pues el consistorio mantiene su apuesta de otorgar ese trazado al tranvía, algo que continúa sin conseguir consensuar.

Janet Sanz, cuarta teniente a la alcadía, ha presentado la última etapa del proyecto Nova Xarxa de Bus y ha reafirmado la postura del ayuntamiento de cara al tranvía. "Una gran cantidad de profesionales, vecinos y entidades dedicadas a la movilidad concuerdan en que lo que necesita Barcelona es un tranvía y no un transporte alternativo. Nosotros seguimos apostando por él", ha comentado.

Un transporte sostenible para los ciudadanos

Dos de las nuevas líneas seguirán un trayecto vertical: la V9, que irá de Poble Sec a Sarrià, y la V33, que saldrá del Fòrum y llegará a Santa Coloma. La conexión con las ciudades próximas era un objetivo fundamental en el programa de movilidad metropolitano. "Nuestros vecinos también utilizan las redes de autobúses, por eso ampliaremos las conexiones con Sant Adrià y añadiremos a Santa Coloma", ha explica la cuarta teniente.

La línea D50 permitirá a los usuarios moverse desde el Paral.lel hasta Ciutat Meridiana. "La línea D50 no estaba prevista cuando presentamos el programa en 2012, la incorporamos tras ver una necesidad clara por parte de los ciudadanos", ha apuntado Adrià Gomila, director de Serveis de Mobilitat del ayuntamiento. Entre el verano del 2016 y la primavera del 2017 se celebraron varias reuniones con entidades y vecinos de la ciudad, de donde surgieron 384 propuestas para la red de autobuses. Las nuevas líneas continuarán con el programa contra la contaminación. "Queremos dotar a Barcelona de un transporte digno del siglo XXI y garantizar a los ciudadanos el derecho a respirar aire limpio", ha apuntado Sanz.

Mejoras en el servicio

La nueva línea promete ofrecer al 95% de los usuarios un transporte a menos de 300 metros de su casa y también se ha disminuido la frecuencia de paso entre autobuses de 5 a 8 minutos como máximo. "Este es el proyecto más importante que tenemos", ha explicado Enric Cañas, consejero delegado de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB). Según datos del ayuntamiento, el 40% de los recursos de TMB mueven a más de la mitad de usuarios.

El uso del autobús ha aumentado de las 62.000 personas censadas en noviembre de 2012 a 369.000 usuarios en mayo del 2018. "No estamos hablando de un derecho al servicio, sino del derecho de los ciudadanos a moverse libremente dentro de la ciudad", afirma Cañas. A partir del 25 de junio también se añadirán 9,5 kilometros de carril bus, 7 semáforos exclusivos para autobuses, 38 nuevas paradas y la anulación de 36. Estas mejoras se llevarán a cabo con un presupuesto que no supera el millón de euros ya que el ayuntamiento ha invertido 733.329 euros. También dejarán de circular seis líneas: los buses 41, 53, 50, 51, 66 y 143 se retirarán para dar paso a nuevas líneas. 

La fase final será en otoño, el ayuntamiento agregará cinco nuevas líneas, cuatro de ellas (V1, V19, V23 y V25) recorrerán la ciudad de manera vertical mientras que una (H2) lo hará de manera horizontal. "Queremos dar el paso definitivo y poner punto y final con estas nuevas líneas. Tanto la ciudad como los vecinos están preparados", concluye Sanz.