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Ca l'Isidret, la fábrica intergeneracional

Un casal de gente mayor y uno de barrio conviven en un edificio que a mediados del XIX fue un recinto textil con una intensa y productiva actividad

Ca l'Isidret

Ca l'Isidret / Álvaro Monge

Silvia Alberich

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Un enorme edificio de planta rectangular delimitado por las calles de Paraguai, Josep Pla, Pere IV y el camí de Ca l'Isidret ocupa Ca l'Isidret, un espacio que integra el antiguo Casal Paraguai-Perú, de gente mayor, y uno nuevo de barrio.

De las cinco plantas del equipamiento, las tres superiores son pisos para jóvenes y para gente mayor tutelada. Las dos plantas inferiores se destinan a las múltiples actividades que ofrece el casal. Una de ellas es el taichí, que practica Francesca Carceller, una jubilada del barrio. "Me va muy bien para moverme un poco", explica Carceller, quien hasta hace poco combinaba esta actividad con un curso de nutrición en el mismo centro. Antonia Soler, una vecina de 78 años del barrio, acude al casal para actividades puntuales, como charlas. "Hay gente más joven y es interesante compartir experiencias", destaca Soler.

Este espacio pluridisciplinar abrió sus puertas en septiembre del 2017, aunque se inauguró el pasado 14 de abril. El acceso por Josep Pla da paso a una gran sala en la que hay un bar y una exposición que recoge la historia del barrio y de Ca l'Isidret.

Enormes terrenos de cultivo

El nombre del casal podría venir de una antigua masía llamada así, aunque no existen documentos que lo avalen. "Los primeros documentos son de 1674, cuando se citan unos enormes terrenos de cultivo situados a pocos metros de aquí", explica Eduard Milan García, ingeniero técnico industrial y miembro del Centre d'Estudis de Sant Martí de Provençals (Andrade, 176). Milan precisa que dichas tierras "no eran terrenos propiamente de Ca l'Isidret", que estaba situado en aquel entonces a la altura de Gran Via de les Corts Catalanes, muy cerca de su actual emplazamiento.

Hasta finales del XVIII, estos terrenos de regadío se destinaron al cultivo hortofrutícola y de cereales. En 1779, la viuda de Josep Riera, propietario de los mismos, los vendió. Medio siglo después, en 1844, se creó una fábrica textil conocida popularmente como Ca l'Isidret. En el interior de este recinto de dos plantas con chimeneas se fabricaban indianas, unas piezas de tela de algodón estampadas. "Fue una de las primeras fábricas que utilizó el vapor como elemento motriz", destaca Milan.

El recinto fabril pasó por distintas sociedades y mantuvo una actividad intensa y productiva hasta mitad del siglo XX. La construcción de la Gran Via, en los años 60, afectó directamente a la fábrica, que tuvo que ser derrumbada. Se trasladó entonces al barrio de Bon Pastor, donde ha permanecido activa hasta hace unos años.

El recién estrenado Ca l'Isidret aúna la amplia trayectoria del Casal Paraguai-Perú, de más de tres décadas, con un casal de barrio que empieza su actividad. "Queremos darnos a conocer y generar proyectos sólidos e intergeneracionales", explica Pau Parellada, dinamizador del nuevo casal. Además de la amplia variedad de talleres, que incluyen pintura, teatro o gospel, el casal quiere desarrollar distintos proyectos con escuelas y generar dinámicas con otras entidades del barrio.

El próximo 2 de junio celebrarán su primera 'festa major' como entidad. Habrá conciertos y una comida al aire libre. Un evento idóneo para involucrarse en la vida asociativa del barrio, una de sus prioridades.