PREINSCRIPCIÓN ESCOLAR

La falta de plazas públicas moviliza a las familias de varios barrios de Barcelona

zentauroepp43168079 pla obert d una aula d una escola catalana   horitzontal  ge180523151310

zentauroepp43168079 pla obert d una aula d una escola catalana horitzontal ge180523151310 / periodico

Helena López / Barcelona

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La ansiedad que provoca en infinidad de familias la elección de la escuela de un hijo solo es comparable a la que sienten las mismas tras ver la lista provisional de admitidos en el centro finalmente elegido y encontrarse a su pequeño fuera de ella. Experiencia que se repite primavera tras primavera; con mayor intensidad en los últimos años, en los que la apuesta de los barceloneses por la escuela pública ha ido creciendo a un ritmo superior a la creación de nuevos centros. Las familias organizadas en el Esquerra del Eixample calculan que, hoy por hoy, y a falta de que salgan las listas definitivas, solo en el barrio 84 niños se han quedado fuera de la escuela pública que sus padres habían elegido para ellos. Y, también según los datos recopilados por estas luchadoras familias, cuando se asignen las segundas opciones, seguirán quedando fuera más de 60 niños de la escuela pública y de proximidad; ya que incluso en los colegios públicos menos demandados del barrio solo han quedado una veintena de plazas vacantes tras asignarse las primeras opciones. 

Joan Antoni Martín Piñol es uno de esos padres que, tras ver que su peregrinación por puertas abiertas peregrinación por puertas abiertashabía sido en vano y que su hija se había quedado fuera de la escuela por la que sus padres habían apostado -en su caso, la Joan Miró-, decidió que tenía que hacer algo. Ese algo, en un primer momento, en pleno siglo XXI, fue sumarse a un grupo de Whastapp de familias afectadas por su mismo mal en el barrio. Intentar organizar una respuesta conjunta. Chat que suma ya 84 miembros. "Tengo ganas de que la niña tenga ya un cole asignado para poder abandonar el grupo", bromea Martín Piñol haciendo referencia a la intensidad de la lucha. Pero no todo es chatear. Han hecho ruido en las redes sociales, han solicitado una entrevista con la gerencia del Consorcio de Educación y se han puesto en contacto con afectados en otros barrios para hacer red. "Sabemos que se están dando situaciones similares en Gràcia, en Sants y en el Guinardó", señala Lara Barriuso, portavoz de las familias del Esquerra del Eixample. "Es urgente que planifiquen la apertura de una nueva escuela pública en el barrio. Más de la mitad de las escuelas del Eixample son concertadas. Creemos que la escuela pública de proximidad debería ser un derecho para todos. Sentimos que nos expulsan a la concertada y no nos resignamos", prosigue.

"Buscando posibles soluciones"

Fuentes del Consorcio de Educación confirman los malos presagios surgidos en las puertas de los colegios, frente a las trascendentales listas de admitidos. En la Esquerra del Eixample la demanda de plazas públicas es superior a la oferta. "Aunque quedan plazas libres en la concertada", añade una voz del consorcio. Lo mismo pasa en Gràcia, "aunque hay centros con plazas en escuelas fuera de Gràcia, pero cercanas", matiza. Y, en Sants "están buscando posibles soluciones". 

Desde la Coordinadora de ampas de Gràcia, Carles Medrano, en su día uno de los fundadores de la Red de ampas del Eixample, coincide con Barriuso. Pese a que empieza lanzando un mensaje tranquilizador a las familias: "si conocieras la realidad de los centros públicos en nuestros barrios [en los distritos de Gràcia y el Eixample, las zonas que domina], te daría igual ir a un colegio que a otro, todos son buenos colegios". Y prosigue sin restar importancia al problema: "la solución pasa por, por un lado, crear nuevas escuelas públicas y, por el otro, porque el Consorcio de Educación tenga la potestad de mover equipos directivos que son rémoras y sustituirlos por equipos más dinámicos". 

Además de la falta de plazas públicas en zonas concretas, como el Eixample y Gràcia, otro de los problemas que se repite año tras año es que hay públicas -las nuevas, innovadoras-, con lista de espera y públicas -normalmente las más viejas- estigmatizadas, con poca demanda. "Es imprescindible renovar las direcciones de las escuelas de las que la ciudadanía tiene una mala percepción, ningún colegio público puede quedarse atrás", concluye Medrano.