POBLE ESPANYOL

Blues con carga social

La Associació Capibola organiza un festival dedicado a este estilo musical y también ha creado una escuela para aprenderlo

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Silvia Alberich Ortín

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En medio del Poble Espanyol se halla la Escola de Blues de Barcelona (Bajada de Cervantes, 2). Al entrar en el local te trasladas al sur de Estados Unidos de la primera mitad del siglo XX. Grafitis de grandes artistas del blues, incontables pósteres que reflejan ese estilo musical, una batería y un gramófono muy bien conservado hacen posible esta retrospección temporal.

Este genuino espacio de dos plantas es el lugar en el que la Associació Capibola Blues desarrolla sus proyectos, entre ellos la Escola de Blues. Aunque no fue en el Poble Espanyol donde se gestó la entidad, sino en la plaza de Àngel Pestaña, 1, en Nou Barris.

Corría el año 2003 cuando Tomás López, a quien todos conocen como 'Güili Capibola', junto con un amigo suyo, Ricard Chaure, montó el Festival de Blues de Barcelona. El evento tuvo un gran éxito y ambos decidieron entonces crear una entidad para abarcar nuevos proyectos de blues, la gran pasión de López y Chaure.

Proyeccción social

El Ateneu Popular 9 Barris abrió sus puertas a este proyecto musical y social. "Queríamos potenciar la cultura en el extrarradio", explica López, que dejó su trabajo como jefe de estación de los FGC para dedicarse de lleno a este proyecto.

Las reformas llevadas a cabo en el Ateneu durante dos años obligaron a cerrarlo. Capibola Blues tuvo que cambiar de local y se instaló en el CEIP Antaviana, a pocos metros del Ateneu. Estuvieron allí tres años y luego se trasladaron al Poble Espanyol. Años atrás, en el local que ocupan actualmente se impartían cursos del Servei d'Ocupació de Catalunya centrados en talleres de estampación y textil.     

El nombre de la entidad nada tiene que ver con el blues. Surgió de la asociación de varias palabras de una canción de flamenco que solía cantar López. "Cautivaron a la reina mora...". Parte de la letra sonaba como "capibola" a su fundador, que tomó esa palabra imaginaria para bautizar a la entidad.

El logotipo es el castillo de Torre Baró, símbolo emblemático del barrio del mismo nombre, y lugar en el que, desde hace un año y medio, cada primer domingo de mes se celebra el ciclo musical 'El blues conquereix el castell'. "La gente de fuera se adapta a la situación del barrio, y no al revés", destaca López, quien también forma parte de una banda llamada The Traitors

Cárceles y hospitales

Además de este ciclo musical y del festival, la entidad montó en el 2008 la Escola de Blues de Barcelona. Isaac Cachón, aficionado a dicho festival, entró en la escuela como alumno, pasó a ser secretario y, actualmente, es el director. "Aquí confluyen estilos de personas muy distintos, pero reina siempre el buen rollo", asegura. Entre sus alumnos hay desde jóvenes talentosos hasta jubilados interesados en formarse como músicos, pasando por médicos y abogados.

Desde sus inicios, la escuela ha llevado su música a los hospitales y las cárceles. "La implicación social siempre ha sido muy importante para nosotros", matiza López, que cada año organiza un concierto en prisiones como la Modelo y Wad-Ras. El año pasado, para celebrar los 15 años del festival, organizaron una gira por todas las cárceles de Catalunya. También han actuado en la planta infantil de oncologia del Hospital Vall d'Hebron.

Las Nits de Blues al Poble Espanyol es otra de las actividades de la entidad desde que se trasladó a ese lugar. "Empezó siendo una apuesta de dos meses y ahora ya dura cuatro, desde junio hasta septiembre, y con bandas de aquí", resalta el presidente.

López y Cachón son conscientes de la gran acogida y "la buena salud" de la que goza el blues en Barcelona. Ambos quieren establecer una programación habitual en la escuela. Para ello, necesitan patrocinadores y visibilidad, algo por lo que siguen luchando a diario, con el mismo entusiasmo de siempre.