El encierro de inmigrantes se extiende a Badalona

Anunciaron ya el primer día que su objetivo era extender la protesta por los barrios y por el área metropolitana. Empezaron por la Escuela Massana de Barcelona, en la plaza de la Gardunya, hace un mes. La semana pasada se instalaron también en la iglesia del Sagrat Cor del Poblenou. Y este lunes tienen previsto ocupar un local de Badalona. El objetivo: exigir más y mejores derechos para los inmigrantes.

La cita es a las 18 horas en el centro cívico La Salud. Desde ahí partirán a pie hasta el equipamiento en el que tienen previsto instalarse. No han querido concretar cuál por razones obvias. A través de un comunicado la plataforma que apoya este movimiento asegura que es "un proceso natural, puesto que las personas migradas de Badalona y Santa Coloma son también discriminadas por la ley de extranjería y el racismo institucional". Esta movilización cuenta con el apoyo de entidades como Sos Racisme, Papeles para Todos, Caminantes sin Fronteras, Sindillar o la coordinadora Obrim Fronteres. 

Los impulsores justifican la expansión de la ocupación a Badalona porque en esta ciudad "miles de vecinos se encuentran sin papeles por la práctica imposibilidad de conseguir un contrato de trabajo de un año de duración". También porque "miles de familias no pueden reagruparse o han de permanecer en la clandestinidad por la enorme dificultad de conseguir una nómina o un alquiler que cumple con los requisitos". Además de los encierros, los impulsores han convocado una manifestación el domingo 27 de mayo (12 horas, plaza de Catalunya) contra las políticas en materia de inmigración. 

"Justas reivindicaciones"

Con la expansión hacia Badalona, este movimiento pretende "incentivar la solidaridad de los barrios de Badalona y Santa Coloma" para que apoyen las "justas reivindicaciones de las personas migradas". "Porque el racismo -reza la plataforma- afecta al conjunto de la sociedad degradándola y vulnerando los derechos de todos". En resumen, esto es lo que piden: Esto es lo que piden: papeles sin contrato, abolir la ley de extranjería, empadronamiento sin tener domicilio, la nacionalidad sin pasar por un "examen absurdo", sanidad para todos, despenalizar la venta ambulante, cerrar los centros de internamiento de de extranjeros y más protección para los solicitantes de asilo.

Los encierros que se iniciaron el sábado 21 de abril en la Escuela Massana de Barcelona han tomado como ejemplo la ocupación de la iglesia del Pi, en el 2001, cuando Mariano Rajoy era el ministro del Interior y el gobierno lo presidía José María Aznar. Tras 48 días de protesta, lograron que el Gobierno revisara su política de regularización de inmigrantes. El ayuntamiento, propietario de este centro dedicado a las artes visuales que se trasladó a un nuevo edificio en septiembre del 2017, no ha puesto excesivos impedimentos en que decenas de personas se instalaran. Se celebró una reunión con técnicos municipales pero de momento nada se ha movido. El consistorio dijo entonces que no prevé desalojar el recinto "por ahora" porque la protesta es "comprensible". 

También se concentraron ante la delegación del Gobierno para exigir una reunión con un alto cargo. Cuatro días después eran recibidos por el subdelegado Emilio Ablanedo, al que hicieron llegar su lista de reivindicaciones. "Estamos abiertos al diálogo, pero determinados a seguir con el encierro hasta que haya soluciones a nuestras peticiones", aseguraron, tras aquel encuentro.