EMPRENDEDORES SOCIALES

El refresco de mate de la 'Taxo'

Tres jóvenes de La Teixonera crean una cooperativa para elaborar artesanalmente esta bebida que triunfa en centros sociales, ateneos y fiestas alternativas

zentauroepp43385318 barcelona  18 05 2018  repor de la cooperativa tecomate  for180518130021

zentauroepp43385318 barcelona 18 05 2018 repor de la cooperativa tecomate for180518130021 / periodico

Helena López

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Martí y Sandra se conocían de la Assemblea de Joves de La Taxonera, como casi todos aquí reivindican que debe escribirse el nombre del empinado barrio, pese a que la nomenclatura oficial se empeñe en llamarlo Teixonera. Y Román y Martí vivían, viven, juntos en La Grúa, donde nace la ya cooperativa Tecomate, de la mano de estos tres jóvenes (el mayor de los cuales, Martí, aún no ha cumplido los 29 años). Román vivió un tiempo en Alemania, donde, asegura, el refresco de mate está muy extendido -se vende en el súper- y empezó a fabricarlo en casa para el autoconsumo, a partir de vídeos de Youtube. Martí y Sandra lo probaron, y les gustó. Y, como ellos, jóvenes de su círculo empezaron a interesarse en la misteriosa bebida. "Existen muchos tipos de cerveza artesana, de proximidad, alternativa, pero en cambio de refrescos artesanos no había nada. Si no quieres consumir alcohol es difícil no caer en las grandes marcas", explica Sandra. Vieron claro el nicho de mercado y empezaron a ofrecer su refresco de mate -que todavía fabrican en casa- a fiestas alternativas, "sobre todo en 'casals', ateneos y espacios sociales".

"El Tecomate [su nombre comercial] es una bebida alternativa en muchos sentidos. Es alternativo su sabor, su producción y su público. Mucha gente de consumir refrescos tradicionales por salud, porque contienen muchos azúcares o por convicción, porque los fabrican grandes marcas, nosotros intentamos ofrecer una alternativa a esas personas con una bebida hecha siguiendo una lógica distinta, de proximidad y en el marco de la economía social y solidaria", explica Martí, quien indica que su característica bebida contiene muchos menos azúcares que un refresco de Cola. "No llegamos al mínimo para pagar el impuesto sobre las bebidas azucaradas", añade. 

Con jengibre y sin cafeína

Empezaron a recibir peticiones y a profesionalizar su producción, comprando una olla de 300 litros, una embotelladora y creando una imagen gráfica. Y ampliaron la oferta. Empezaron solo el refresco de mate clásico -con cafeína añadida- y crearon el bajo en cafeína. "Las personas que apostaban por el Tecotomate porque era saludable nos pedían que fuera aún más saludable", resumen. Llegó después la de jengibre, para ampliar la gama de sabores. 

Como las cosas iban bien se animaron a dar forma legal a aquello que hacían de forma totalmente 'amateur', para amigos y conocidos y formalizaron el negocio como cooperativa (tenían claro que, por su manera de entender la vida, la única vía posible para emprender era esa). Han alquilado un local en Josep Sangenís, la calle mayor de La Teixonera -o La Taxonera- y esperan tener la licencia en breve, para poder abrirlo en junio. "Además de la producción, aquí queremos tener una sala en la que hacer charlas sobre economía colaborativa para promover alternativas en el barrio", apunta Sandra. No tienen constancia de que exista ninguna otra cooperativa en el barrio, y están intentando crear una red de economía colaborativa a nivel de todo el distrito. Son unas 10. "Teniendo en cuenta que Horta-Guinardó tiene 11 barrios que seamos solo 10 cooperativas revela que queda mucho trabajo por hacer", agrega Martí. 

Mariona Prat, jefa de proyecto del Pla de Barris de La Teixonera-Sant Genís dels Agudells, destaca la importancia de un proyecto como este para el barrio. "Un barrio en el que la mitad de los bajos comerciales tienen las persianas bajadas", afirma. "Una de las líneas de trabajo del plan de barrios es la dinamización económica, así que valoramos mucho que haya una gente joven que apueste por generar actividad en un barrio muy pequeño y muy denso, desconocido para muchos; básicamente residencial y donde no hay ni una escuela pública ni un equipamiento deportivo", describe Prat. Martí y Sandra conocían las ayudas del plan -que en esta línea trabaja de la mano de Barcelona Activa- para la promoción económica ya que forman parte del grupo motor como miembros de la Assemblea de Joves y también lo vieron como una oportunidad, ya que tenían claro que no querían pedir dinero a ningún banco.