OPERACIÓN DE LOS MOSSOS

Detenido un hombre por estafar 122.000 euros con la falsa venta de pisos

Se hacía pasar por abogado y una cómplice ejercía el rol de propietaria de la vivienda para que los clientes pagaran las arras

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El Periódico

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Los Mossos d'Esquadra detuvieron el pasado día 17 al responsable de una inmobiliaria por hacerse pasar por abogado para estafar a compradores de viviendas en el acto de pago de las arras, según ha informado este sábado la policía. El detenido actuaba en connivencia con una mujer, que está en busca y captura por simular ser la propietaria de los pisos, y en el momento de firmar los contratos de arras adoptaba el rol de abogado.

La mujer, por su parte, exhibía una documentación falsa, con el objetivo de obtener la confianza de sus víctimas, que pagaban las arras sin sospechar que les estaban estafando. El hombre, de 45 años y nacionalidad española, está acusado de cuatro delitos de estafa y otros tantos de falsificación documental, fue puesto a disposición judicial y está en libertad con cargos. Según la información recopilada hasta ahora, los sospechosos han estafado a cinco personas por valor de 122.000 euros.  

Información previa

La investigación comenzó gracias a la denuncia de una persona que aseguró haber sido víctima de una estafa en la compra de un piso en el barrio de Sants de Barcelona. El detenido y su cómplice, según las investigaciones policiales, ponían a la venta un inmueble del que tenían información previa y sabían si estaban vacíos o bien ocupados pero sus propietarios legales habían fallecido.

Ambos actuaban a través de agencias inmobiliarias desconocedoras de estas actuaciones ilegales, según los Mossos d'Esquadra. En el momento de firmar el contrato de arras, el supuesto estafador se presentaba haciéndose pasar por abogado y su cómplice se hacía pasar por la propietaria del piso con documentos falsos en los que aparecía el nombre de los legítimos propietarios del piso. 

De esta forma, cuando algunas de las víctimas acudieron al Registro de la Propiedad para comprobar la situación de la vivienda, los datos coincidían y no sospechaban nada del engaño. La mayoría de las víctimas no detectaban que las habían estafado hasta el momento en que se presentaban al acto de firma de la escritura al que los estafadores no acudían.