PROYECTO EN LA PICOTA

ERC pide a Colau que retire el debate del tranvía del próximo pleno y se abre a negociar

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Carlos Márquez Daniel

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Imaginen que su pareja les echa de casa y que ustedes, a la mañana siguiente, aparecen en la cocina tostando pan y exprimiendo naranjas como si nada hubiera pasado. Más o menos eso es lo que ha hecho este jueves el gobierno de Ada Colau con el proyecto del tranvía. El responsable municipal de la unión del Trambaix y el TrambesòsPere Macias, ha presentado a la prensa los detalles de la conexión prevista entre Glòries y la calle de Girona, la que se pretende impulsar en este mandato. Lo ha hecho tan solo 16 horas después de que la oposición tumbara la propuesta. ERC ha lamentado esta "agenda mediática", pero se ha abierto a seguir negociando.

Tras la explicación sobre cómo quedaría la Diagonal con ese nuevo ramal ferroviario, el concejal republicano Jordi Coronas ha explicado que Esquerra ha pedido a Barcelona en Comú (BC) la retirada del protocolo que establece cómo debe gestionarse el nuevo Tram. Ya lo contaron el miércoles en la comisión de Ecología, Urbanismo y Movilidad: porque consideran que ese trámite es una mera declaración de intenciones, y por ello reclaman un convenio, que sí obliga a las partes, sobre todo a las empresas concesionarias, blindadas por un contrato que vence en el 2032. El edil de ERC ha insistido en que esa fecha límite del 23 de marzo (cuando se celebra el pleno) es una frontera que no han impuesto ellos, y se ha mostrado convencido de que la cosa, aunque finalmente se vote y se tumbe el protocolo, "seguirá adelante".

Cuestión de fuerzas

A nadie se le escapa que la aprobación del tranvía sería una medalla tamaño Màgic Andreu que la alcaldesa podría colgarse de la solapa. Por eso el apoyo va tan caro. Esquerra está a favor del tranvía por la Diagonal, tal y como sostuvo el propio Coronas el miércoles, pero su estrategia parece basarse en la responsabilidad, tanto política como técnica. Si el proyecto acaba pasando el corte tal y como ellos prevén, esto es, con la aprobación pausada, reflexionada y debatida de un convenio, y no por la vía del protocolo, el tanto, el 'sí' al ferrocarril urbano, quedaría más repartido: un poco para BC, por liderar la cosa, y un poco para ERC, por poner el punto de racionalidad. Y otro poquito para el PSC, por estar siempre ahí. 

En este lento proceder, Macias ha tenido a bien destripar cada centímetro cuadrado de la obra. Con un mensaje muy claro para el resto de grupos municipales: señores, todo esta ampliación de espacio verde, toda esta transformación urbana, toda esta mejora para la movilidad en bicicleta, toda esta nueva concepción de ciudad para las personas, está hoy en suspenso porque la oposición lo está vetando. Una sutil manera de decir que el gobierno no puede mejorar Barcelona porque no le dejan. ¿Y no podría reformarse la Diagonal sin tener que pasar las vías, tal y como reclama parte de la oposición? El 'exconseller' ha dicho que sí, "pero para ello sería necesario empezar de cero" porque este proyecto ya no serviría. "Si el coche tiene que seguir mandando, eso es otro modelo de ciudad".

Intercambiador de Glòries

El tramo a debate en el consistorio nace en el intercambiador de Glòries (metro, bus -urbano y metropolitano-, Bicing y tranvía) y muere en el cruce Diagonal-Girona, donde se conectará con las líneas 4 y 5 del suburbano. Todavía es pronto para apuntar un calendario, pero sí se conocen los costes. La obra ferroviaria asciende a 43,4 millones. El proyecto de urbanización requerirá de otros 34 millones. Y otros 13 millones para el entorno de Glòries, incluidos en el presupuesto de la plaza. El ámbito de actuación, ha concretado Macias, afecta a algo más de nueve hectáreas en las que está previsto ganar 13.539 metros cuadrados de espacio para peatones y otros 766 de zonas verdes.

También se pondría orden a uno de los cruces más vertiginosos de la capital catalana, el de la Diagonal con Sardenya y Aragó, donde se agolpan una quincena de carriles de circulación. "No es una imagen tolerable, a mi se me cae la cara de vergüenza", ha dicho Macias. En ese punto es donde aparcan los buses turísticos que cargan visitantes de la Sagrada Família. Se está estudiando dónde se recolocarían. Entre el paseo de Sant Joan y Lepant, el tranvía dibujaría el esquema previsto también para el tramo Sant Joan-Francesc Macià: vial reservado para el tranvía con doble carril bici y laterales para la circulación del vehículo privado. A partir de Lepant, el ferrocarril respeta la rambla central de la Diagonal y los dos sentidos se separan hasta desembocar en Glòries. 

Todo ello, ha recordado y repetido el responsable municipal de la unión tranviaria, solo será posible con acuerdo político. Y si no hay pacto, ha insistido, no se podrá dar salida a esta "transformación radical de la ciudad".