El Poble Espanyol se pone al día con espacios interactivos

El recinto del Poble Espanyol de Montjuïc, protegido como Bien Cultural de Interés Local, sigue siendo una de las principales atracciones turísticas de la ciudad, con casi dos millones de visitantes el año pasado. Pero pedía a gritos cierta modernización que ha llegado de la mano de una inversión de 2,3 millones de euros para subirlo al siglo XXI, dotándolo de espacios interactivos.

El pintoresco espacio, que aglutina 117 edificios representativos de la arquitectura española, cultura, artesanía y tradición de los pueblos de la Península, se ha aliado con Mediapro para dar paso a las nuevas tecnologías, en formato audiovisual y digital. 

El consejero delegado del Poble Espanyol, Salvador Rovira, ha explicado que este proyecto completa el proceso de puesta al día del espacio, iniciado en el 2008 y que suma otros ocho millones invertidos. 

Entre los nuevos espacios interactivos y multimedia, desarrollados por Mediapro Exhibitions, destaca el denominado Fiesta, en el que se recrean mediante un 'mapping' de gran formato las fiestas y tradiciones populares más emblemáticas de la geografía española. En 150 metros cuadrados, se pueden conocer la Patum de Berga, la Tomatina de Buñol (Valencia), los 'castellers', la Semana Santa andaluza, los Sanfermines de Pamplona y Es Jaleo de Menorca.

La iniciativa también incluye un espacio de Bienvenida con ocho grandes pantallas interactivas con toda la información para planificar una visita y conocer la historia del lugar.

La zona 'Feeling Spain' integra cinco espacios audiovisuales inmersivos creados para descubrir al visitante "la diversidad y riqueza paisajística y cultural de España de una forma muy cercana". Se recrean Catalunya, Balears y el Mediterráneo, el Norte, el Camino de Santiago, el Sur, y los Paisajes del Quijote.

Demanda del visitante

El director del Poble Espanyol, Anton Vidal, cree que las novedades introducidas "responden a las demandas del público". "Nos habían pedido una evolución", asegura.

Construido con motivo de la Exposición Internacional de Barcelona de 1929, entonces se quería mostrar a los visitantes diferentes elementos arquitectónicos de los pueblos de España.

La idea original fue concebida por el arquitecto Josep Puig i Cadafalch y  materializada por Francesc Folguera y Ramón Reventós, con la ayuda del crítico de arte Miquel Utrillo y el pintor Xavier Nogués, que viajaron por 1.600 poblaciones de la península tomando notas y haciendo dibujos.