TRANSPORTE PÚBLICO

El metro amplia su capacidad para hacer frente a una Barcelona con menos coches

TRANSPORTE Aglomeraciones en la estación de metro de La Sagrera.

TRANSPORTE Aglomeraciones en la estación de metro de La Sagrera.

Carlos Márquez Daniel

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Si no hay marcha atrás o un aplazamiento, en el 2020 habrá menos coches circulando por las calles de Barcelona. No mediará un ejercicio colectivo en pro de una ciudad menos contaminada: sucederá por la vía de la normativa. Quedarán vetados los vehículos que más polucionan, pero no por ello la gente dejará de moverse por la ciudad. Ahí es donde deberá jugar un papel importante el transporte público. Y en concreto, el metro. El ayuntamiento, de la mano de la Generalitat, ha anunciado este lunes la compra de 12 nuevos trenes para el suburbano que permitirán ganar un 20% de capacidad. Se prevé que en las horas punta de las líneas 1 y 5 la frecuencia de paso sea inferior a los tres minutos. 

Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) invertirá 92 millones de euros en las nuevas máquinas y empezarán a ponerse en circulación en el segundo semestre del 2019. Es así porque la cosa contractual en materia ferroviaria va muy despacio. Entre que pides los trenes, te los fabrican y los traen pueden pasar cerca de 18 meses. La empresa, que prevé que la demanda crezca un 25% antes del 2025, tiene previsto reforzar las líneas 1 y 5 (con cuatro trenes por trazado) y las 3 y 4 (dos convois para cada recorrido). Las dos primeras, según ha explicado el director de Metro, Marc Grau, permitirán reducir de manera ostensible la frecuencia de paso, que ahora está en algo más de cuatro minutos. Con este desembarco, está previsto que entre las 7 y 9 de la mañana, los viajeros tengan un tren en el andén cada dos minutos y medio. 

Contratación gradual

La capital catalana batió en el 2017 su récord histórico de usuarios del metro al superar los 390 millones de validaciones. Durante el Mobile World Congress también se rompió el techo de viajes semanales con 8,5 millones de viajes en siete días.  Teniendo en cuenta que el suburbano capta el 40% de la demanda de transporte público del área metropolitana, está claro que debe liderar cualquier ofensiva para tratar de absorber nuevos viajeros. El pasado diciembre, las líneas 1 y 5 ya inyectaron siete trenes más, pasando de 120 a 127 en hora punta. La idea es que, a finales del 2019, y con el objetivo de lograr esa frecuencia inferior a los tres minutos, se llegue a los 144 convois. Eso traerá de la mano una ampliación de plantilla que Grau no ha querido completar. No es raro que no profundice en asuntos laborales, ya que es el directivo con peor prensa entre los trabajadores de TMB. Lo que sí se sabe es que la contratación empieza ahora y que será gradual hasta el 2021. 

También está previsto, como ya sucede en algunas líneas de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya, que algunos trenes no se detengan en determinadas estaciones para conseguir una mayor velocidad comercial. Se saltarían aquellos apeaderos con menos demanda, como hace la línea del Vallès de FGC, por ejemplo, con las paradas de Sant Gervasi o Tres Torres. También se trabaja en una mejora del sistema de mantenimiento de los trenes que permita que circulen el máximo número de convois posible. 

Ricard Font, secretario de Infraestructures i Mobilitat de la Conselleria de Territori i Sostenibilitat, ha recordado que la Generalitat está haciendo todo lo posible para retomar las obras del tramo central de la L9. El Govern sigue pendiente de un crédito de 750 millones del Banco Europeo de Inversiones que permitiría replantear la obra. "Hay un 75% de probabilidades de que nos den el crédito", ha señalado Font, que ha avanzado que el trazado podría estar en marcha "en cuatro o cinco años". Sobre la implantación de la T-Mobilitat, prevista para finales de año, ha recordado que la integración tarifaria del 2001 hizo incrementar el uso del transporte público en un 11%.