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Día de la Mujer: Los hijos machistas del reggaeton

Taller sobre identidades sexuales en una clase de segundo de ESO del instituto Ramon Berenguer IV de Santa Coloma de Gramenet.

Taller sobre identidades sexuales en una clase de segundo de ESO del instituto Ramon Berenguer IV de Santa Coloma de Gramenet. / periodico

María Jesús Ibáñez

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Sostiene el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) que los adolescentes de hoy son más machistas que sus padres. Y los expertos lo confirman cuando analizan cuáles son sus consumos culturales, sus gustos musicales y sus referentes audiovisuales.

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Uno de cada tres jóvenes españoles considera legítimo controlar qué hace su pareja y estas, lo asumen como algo normal. Hay, por una parte, una aceptación del sometimiento, un concepto erróneo de las relaciones románticas, y, por la otra, "un binomio mal entendido de que la masculinidad es sinónimo de una actitud dominadora", constata la alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet, Núria Parlón.

Igualdad desde la primera infancia

Por eso, "es tan importante que tanto los niños como las niñas conozcan desde la primera infancia que se pueden crear relaciones basadas en la confianza, el respeto y la igualdad", reflexiona Laura Poch, responsable del proyecto Enruta’t, que, entre otras actividades, imparte talleres sobre feminismo y diversidad sexual y de género en centros educativos de Santa Coloma.

"Son actividades que ponen el foco en cuestionar el sistema machista que no facilita esas relaciones de igual a igual", precisa Poch. "En las primeras edades usamos historias que nos permiten tratar la prevención de las violencias machistas, con títulos como 'Más allá del azul y del rosa' o 'Este cuento se ha acabado', con las que se intenta romper con los estereotipos de los relatos tradicionales", explica.

Con los estudiantes de secundaria, "y últimamente también con los de quinto y sexto curso de primaria", se abordan cuestiones más relacionadas con el género, la orientación y las identidades sexuales.

Relaciones tóxicas

Porque si de lo que se trata es de cambiar de mentalidad de una vez por todas sobre los roles de hombres y mujeres "es necesario empezar a educar desde el primer minuto", subraya Parlón, cuyo consistorio organiza los talleres que imparte Enruta’t, dentro del Programa d’Activitats Educatives Complementàries al Currículum Escolar (PAECC).

La iniciativa se puso en marcha después de detectar que "hay indicadores preocupantes entre la juventud de hoy: la hipersexualización de las niñas, la aceptación de relaciones que son tóxicas o el consumo extendido de reggaeton, un género musical muy machista, que les gusta tanto a ellos como a ellas", alerta la alcaldesa.

El chico que va de rosa

El cambio, sin embargo, no va a ser fácil. En una de las aulas de segundo de ESO del instituto público Ramon Berenguer IV de Santa Coloma se escucha un recurrente 'tía buena' cuando Laura Poch se refiere a un chaval que ha ido a clase con una sudadera de color rosa. "¿Lo veis? Todavía se considera que hay que reírse de un compañero porque va de rosa, y quien cree que será gracioso tratarlo como si fuera una chica", señala M., un chico que también imparte el taller.

En esta ocasión, el debate, en el que también participa una tercera educadora, Noemí, va sobre diversidad sexual y de género y busca visibilizar la presión social que existe "a favor de la heterosexualidad y para que todo el mundo se identifique con el género que se le asignó al nacer".

Salir del armario en el instituto

Los propios estudiantes, de entre 13 y 14 años, admiten que queda aún mucho camino por recorrer cuando los talleristas les preguntan si una persona homosexual (o bisexual, o transexual) lo tendría fácil si decidiera salir del armario en el instituto, si se atreviera a dar a conocer sus sentimientos al resto de compañeros.

Salvo cuatro contadas excepciones, toda la clase lo ve prácticamente imposible. "Aquí la gente todavía es muy cerrada de mente", alega una chica. "Aunque los profes no nos dejan decirle a nadie 'maricón', está claro que si alguien lo es no lo va a reconocer aquí", arguye un compañero.

"Es que si se me ocurre salir un día de casa con falda, me dan una paliza", comenta un tercero, también con sudadera, pero en este caso gris. Su cara cambia por completo cuando M. explica, en primera persona, que él nació chica, que durante muchos años tuvo un nombre femenino y que ya mayor de edad decidió empezar a tomar hormonas para que su cuerpo cambiara.

Tentativa de suicidio

El aula guarda un silencio estremecedor cuando el joven cuenta lo difícil que fue todo aquello. Y una alumna incluso da un respingo cuando el tallerista reconoce que cometió una tentativa de suicidio, "porque la transfobia y la presión por encajar en la 'normalidad' eran muy fuertes". "Por eso vengo al instituto para compartir que existen muchas formas de sentir, de vivir y de relacionarse", les dice.

"También ante la diversidad sexual, la juventud (como la sociedad en general) reacciona con actitudes machistas, porque hay unas dinámicas de poder que se perpetúan y unos roles atribuidos a los hombres y otros a las mujeres que siguen aquí por mucho que todos estemos convencidos de que haya una supuesta igualdad", señala Laura Poch, que también organiza talleres para profesorado, familias y grupos de mujeres.

Los problemas de las jóvenes no son como los de sus madres

Desde hace un mes, el centro que el Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramenet tiene habilitado para informar a las mujeres de la ciudad sobre cuestiones relacionadas con la igualdad, el feminismo y la violencia machista, el <span style="font-size: 1.6rem; line-height: 2.6rem;">Centre d'Informació i Recursos per a Dones (CIRD), </span><span style="font-size: 1.6rem; line-height: 2.6rem;">ha incorporado un <strong>servicio específico para atender a las jóvene</strong>s de la ciudad.</span>