TRANSPORTE PÚBLICO

La Autoridad del Transporte Metropolitano evita el apoyo explícito al tranvía de Colau

El organismo no ve "objeción técnica" al Tram por la Diagonal pero no aprobará el estudio informativo sin acuerdo político

Tranvía del Trambaix, en la parada de Francesc Macià, plaza separada de la de las Glòries por los 3,8 kilómetros de ruta por la Diagonal que el consistorio lleva más de un lustro discutiendo.

Tranvía del Trambaix, en la parada de Francesc Macià, plaza separada de la de las Glòries por los 3,8 kilómetros de ruta por la Diagonal que el consistorio lleva más de un lustro discutiendo.

Carlos Márquez Daniel

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La cosa no ha ido como estaba previsto. O no del todo. Este martes por la noche se celebraba, a petición del Ayuntamiento de Barcelona, una reunión extraordinaria del consejo de administración de la Autoridad del Transporte Metropolitano. El gobierno de Ada Colau buscaba que este organismo aprobara el estudio informativo de la conexión de las dos líneas de tranvía, pero el asunto ha quedado muy a medio camino, ya que la ATM ha puesto como condición que primero se consiga un acuerdo político en el consistorio.

Al término de la reunión, en conversación con este diario, la teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, se ha mostrado satisfecha con las decisiones tomadas. A su modo de ver, el organismo metropolitano "no pone ninguna objeción a la propuesta de tranvía por la Diagonal y en superficie y además faculta a su director general a poner en marcha el proyecto de licitación". Pero eso sí, todo supeditado a que un mínimo de 21 de los 41 concejales voten a favor de la propuesta que Barcelona en Comú tiene previsto presentar en el pleno del 23 de marzo. Es decir, no ha existido un apoyo explícito pero lo habrá, de manera automática, si la propuesta pasa el corte político.

Máximos o mínimos

Está por ver de qué manera el gobierno plantea la cuestión en ese trascendental cónclave municipal. Si será un plan de máximos (todo el tramo, de Glòries a Francesc Macià) o de mínimos (de Glòries a paseo de Sant Joan). Dependerá de las negociaciones con la oposición, sobre todo con ERC, que es el partido que ahora mismo tiene las llaves del tranvía. El favor del PSC (cuatro ediles) se da por seguro. Faltan seis para llegar a la cifra mágica de 21. Cinco deberían salir de Esquerra y el último podría ser el concejal no adscrito, Gerard Adanuy, o los tres de la CUP. Se da por descartado a PP y PDeCAT (apuestan por el bus eléctrico) En el caso de Ciutadans no hay un rechazo visceral pero se atisba muy complicado.

En una escueta nota, la ATM asegura que el proyecto defendido por el gobierno de Colau no tiene "ninguna objeción técnica" por su parte. Aunque sería irónico que así fuera, ya que fue este mismo entre público el responsable de certificar, por la vía del estudio informativo, que la solución por la Diagonal y en superficie es la más viable de todas. El responsable municipal de la conexión del Trambaix y el TrambesòsPere Macias, aseguraba la semana pasada que la aprobación de este informe por parte de la ATM era un trámite que se enmarcaba dentro de la "más estricta normalidad", y que no existía "contradicción alguna" con los pactos que puedan alcanzar los partidos políticos representados en el consistorio. De sus palabras era lógico deducir que este martes debía cristalizar esa aprobación. No ha sido así, en un suponer, porque el ente metropolitano prefiere apearse de manera sutil de un proyecto pantanoso que transita más entre lo político que entre lo técnico.

A nadie se le escapa que, de haber aprobado el estudio informativo, la ATM habría dotado a Colau de una poderosa arma para presionar a la oposición. Barcelona en Comú ya cuenta en sus filas con numerosas entidades de defensa del transporte público, con las asociaciones de vecinos y con la mayoría de los ayuntamientos del entorno metropolitano. Este espaldarazo habría sido la puntilla técnica. No ha podido ser. O no lo ha sido con la contundencia esperada. El desenlace: el 23 de marzo.