SUSTITUCIÓN DE LA POBLACIÓN TAMBIÉN EN LA PERIFERIA

Los vecinos paran el desahucio de una mujer de 90 años en Nou Barris

BARCELONA NOU BARRIS

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Helena López / Barcelona

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La lamentablemente cotidiana cita para parar un desahucio en Nou Barris de este lunes no se ha desarrollado en los confines del distrito. Los vecinos organizados del combativo Nou Barris -en alianza con activistas por el derecho a la vivienda del resto de la ciudad- se han desplazado esta mañana hasta el centro de Barcelona para 'okupar' las oficinas centrales del administrador de fincas ACSA, en el señorial paseo de Gràcia, con el objetivo de forzar la negociación de la paralización del desahucio previsto para este martes de Ramona, una anciana de 90 años y Vicenta, su hija, enferma, de 62, en el paseo de Verdum, en el barrio de la Guineueta. Lo han logrado. Tras la multitudinaria 'visita', el responsable de las fincas se ha comprometido a parar el desahucio programado para mañana. Los vecinos, por su parte, a presionar al ayuntamiento para que encuentre pronto un piso para las mujeres.

Vicenta explica que las dos mujeres viven desde hace 20 años en este piso, en una de las mejores zonas del distrito, frente al metro. Pagan 700 euros de alquiler y está convencida de que el objetivo de la propiedad es que se vayan para alquilar el piso más caro. "Los nuevos contratos están pagando mucho más", asegura. Parece que la gentrificación no solo se ceba con los vecinos de Sant Antoni, y un piso en Barcelona es un piso en Barcelona; es decir, una mina. "Dejé de pagar tres meses, porque estuve hospitalizada y se me fue de la cabeza, después de toda la vida sin dar ningún problema, y recibí la orden de desahucio", señala la mujer, quien relata que sufre asma, fibrosis quística y ataques de ansiedad y tiene una paga de 430 euros, más la pensión de su madre, de 600.

A la espera de un piso de emergencia

"Estamos pendientes de que el ayuntamiento nos ofrezca un piso de emergencia, pero hasta el momento solo encuentran pisos sin ascensor, y en nuestra situación no son una opción viable. Yo no puedo andar 300 metros sin tener que pararme a respirar", explica la mujer. "Mi miedo es empeorar con todos estos nervios, que me tengan que volver a ingresar y que mi madre se quede sola. ¿Quién la va a cuidar entonces?", expone la mujer, arropada por sus comprometidos vecinos. "Sería inhumano dejarnos en la calle, cómo estamos, en pleno invierno", concluye.

Fuentes municipales explican que han seguido "y acompañado" el caso "muy de cerca" desde el primer momento, intentando que la propiedad parara el desahucio, algo que esta se ha negado a hacer hasta que los vecinos han ejercido presión directa (y mediática) en sus oficinas. Aseguran también que finalmente la propiedad ha aceptado la propuesta hecha por el ayuntamiento, anteriormente denegada por la propiedad, de que sea este quien asuma el pago del alquiler hasta que encuentre un piso adecuado para las mujeres.

Para luchar contra esa falta de parque público de vivienda que provoca dramas como el de Ramona y Vicenta, la PAH, el Sindicat de Llogaters, el Observatori Desc, la FAVB y la Assemblea de Barris per un Turisme Sostenible presentaron la semana pasada una moción para forzar la ampliación del parque público de vivienda, con la intención de que se apruebe en el próximo pleno.