¿Dónde están 1.281 adolescentes sin familia?

Dos diputados del grupo parlamentario Socialista-Units en el Parlament han denunciado este viernes la situación de los menores extranjeros no acompañados ('menas') que llegan a Catalunya y cuya tutela depende de la Generalitat. Raúl Moreno y Beatriz Silva han asegurado que carecen de información sobre 1.281 adolescentes. "No se sabe dónde están", han afirmado. Los centros donde podrían haber ingresado "están colapsados". A ambos diputados no les salen las cuentas.

La dirección general de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA) estima que el año pasado recalaron en Catalunya 1.489 menores, pero únicamente se crearon 208 plazas para atenderlos. "¿Dónde están los 1.281 menores que hay de diferencia?", se ha preguntado Moreno. A su juicio, la desinformación por parte de la Generalitat "es total y muy preocupante" y han criticado "la falta de transparencia de la DGAIA". Silva y Moreno han realizado estas declaraciones en las inmediaciones de la Estació del Nord, lugar de referencia al que acuden muchos menores cuando llegan a Barcelona. 

En la calle

Un portavoz de la conselleria de Afers Socials ha rebatido este viernes los datos, pese a que los diputados los han extraído de la web del departamento. Así, la citada fuente ha informado que se han creado 550 nuevas plazas para acoger a estos menores y que hasta el 31 de diciembre se atendieron a 1.153  en centros de primera acogida, albergues o pisos asistidos. El resto hasta completar la cifra de 1.489 eligieron otros destinos: regresaron a su país, fueron a vivir con los familiares que residen en España o dejaron de estar tutelados al cumplir los 18 años. El pasado enero llegaron a Catalunya 168 'menas', según datos facilitados este viernes por la conselleria.

Los diputados sospechan que muchos de estos chavales están durmiendo en la calle. "Imaginad lo preocupante de la situación, especialmente estos días de tanto frío que haya chicos de 14, 15 y 16 años en la calle", han dicho. Otros duermen en dependencias de la Ciutat de la Justícia o en el Anatómico Forense. Los parlamentarios han criticado a la Generalitat porque "por no haber hecho los deberes, los adolescentes viven en una situación precaria".  Moreno ha recordado que la exconsellera Dolors Bassa llegó a culpar a la Junta de Andalucía del envío de 'menas' a Catalunya. 

Preguntas al Parlament

Silva y Moreno han criticado la vulneración de los derechos de este colectivo y han reconocido "que se tiene más en cuenta su condición de extranjero que la de menor". Silva ha explicado que estos jóvenes están "doblemente desprotegidos, por el hecho de ser inmigrantes sin papeles y por ser menores de edad". 

Para clarificar este panorama, ambos diputados de la candidatura socialista han presentado una batería de preguntas en el Parlament pero deberán esperar a que se forme el nuevo Govern para demandar datos a los nuevos responsables de la Conselleria de Afers Socials. Ambos han pedido explicaciones a la Generalitat para saber cuántos han llegado a Catalunya, dónde los han alojado, qué profesionales los están tutelando... 

Beatriz Silva ha señalado que estos niños necesitan "respuestas a sus proyectos vitales" y que, por ello, además de crear plazas en centros para atenderles, se requieren programas específicos para acompañarles porque "o se les ofrece algo más que alojamiento o volverán a la calle". La mayoría de los adolescentes que llegan a Catalunya proceden del Magreb de donde han huido, algunos en los bajos de camiones, buscando sobre todo un futuro laboral.

No solo estos dos diputados han criticado el trato que da la Generalitat a estos menores extranjeros sin familia que les acompañe. El Síndic de Greuges también ha denunciado este conflicto. "Las dificultades para atenderlos han provocado que estos adolescentes hayan permanecido en las dependencias del área de custodia y detenidos de la Ciutat de la Justícia, sin estar detenidos", ha recogido en su informe anual.  Estos menores han permanecido en celdas cerradas, sin luz natural y sin posibilidad de salir al exterior, hasta cuatro días mientras esperaban que la DGAIA les asignara plaza en un centro de menores.