LOS ACUERDOS

Los frutos del pacto presupuestario nonato de Colau

La alcaldesa deberá revisar la tarificación de las guarderías y anular una partida del tranvía

Niños jugando en la guardería municipal El Gat Negre, en el bario de El Coll, en el distrito de Gràcia.

Niños jugando en la guardería municipal El Gat Negre, en el bario de El Coll, en el distrito de Gràcia.

Toni Sust / Barcelona

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No habrá aprobación ordinaria de presupuestos, porque el anunciado voto negativo del PSC lo impide, pero sí se mantendrá el pacto que Barcelona en Comú cerró con el PDECat y ERC a cambio de que se abstuvieran en la votación del proyecto, como harán aunque ahora eso ya no tenga relevancia en cuanto al resultado final.

Tanto el PDECat como ERC han subrayado este jueves que mantienen lo suscrito en sus pactos con Colau, aunque lo han hecho de una forma distinta. Alfred Bosch ha asegurado que sigue en pie la propuesta acordada con Barcelona en Comú de reducir el precio de un entierro y aparcar la idea de crear una funeraria municipal, como deseaba el gobierno. Pero Bosch lo ha explicado dando a entender que la buena voluntad de los republicanos no cambiará porque ahora los presupuestos no vayan a ser aprobados.

En cambio, Xavier Trias se ha mostrado más duro al defender lo que el PDECat exhibió como frutos de su apoyo en forma de abstención. Principalmente, la retirada de los presupuestos de una partida de 400.000 euros prevista para la redacción del proyecto de unión de los tranvías por la Diagonal, que los exconvergentes rechazan frontalmente. El acuerdo suponía esperar a que en la comisión del tranvía hubiera o no un acuerdo político sobre la iniciativa. Si prospera, la partida renacerá vía modificación presupuestaria.

La revisión de la tarificación de las guarderías también fue acordada con Trias. Podría suponer una rebaja de 100 euros en el precio máximo, pasando de 395 a 290 euros. También quedan comprometidos un aumento en inversión en Vivienda y la elaboración de un plan contra la venta ambulante.

En contraste, el PSC denuncia que el gobierno no le aceptó ninguna de las alegaciones que presentó, lo que colisiona con la afirmación de Gerardo Pisarello de que había entendimiento con los socialistas en varios casos.