Un sector en auge

El gasto del crucerista crece un 20% en dos años en Barcelona

Cruceros en Barcelona.

Cruceros en Barcelona. / periodico

Patricia Castán

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La llegada de cada crucero que atraca en Barcelona ofrece dispares interpretaciones: puede ser considerada una inyección económica en toda regla (1,4 millones de euros para Catalunya, de los que uno va a la capital catalana) o como una inyección de turistas que engordan la masificación en la ciudad. El Ayuntamiento de Barcelona ha insistido tanto en esta última idea desde la llegada de Ada Colau, que el sector trata de contraatacar con datos que cimenten la primera tesis y diluyan la segunda. El último examen, en base a indicadores del año 2016, concluye que cada crucerista que pasa por el puerto insufla una media de 518 euros, de los que un 73% hacen diana en la ciudad. Es decir, un 20% más que en la radiografía elaborada hace dos años.

De ese montante, una parte es gasto directo generada por ese turismo (unos 296 euros por persona), sumando el dispendio del crucerista (465 millones en el 2016), el de la naviera (147 millones en suministros, gestión, tours, amarres…) y el de la tripulación (6 millones). Otra parte la conforman el gasto indirecto (a partir de la demanda de bienes y servicios de las empresas beneficiadas por actividad) y el inducido (los impactos del gasto en consumo que hacen los ocupados en la actividad).

El volumen de cruceristas en Barcelona tiende a la estabilización desde hace seis años, con un crecimiento anual que ronda el 0,8%. Pero lo más destacable es que los actuales pasajeros resultan más rentables porque ha cambiado su perfil. Y es que desde un anterior estudio (con datos del 2014), han aumentado un 28% los viajeros que toman Barcelona como puerto base, es decir, que inician o acaban ruta en lugar de hacer escala de visita. Este elemento determina su gasto y su impacto.

El informe realizado por el Laboratorio de transferencia de conocimiento AQR-Lab de la Universitat de Barcelona (UB) a instancias de CLIA, la Asociación Internacional de Líneas de Crucero, destaca que el 27% de los cruceristas se alojan 2,8 noches en la ciudad y gastan 230 euros diarios por persona. En cambio, si visitan la ciudad sin pernoctar (el 48%), permanecen de media 4,3 horas y desembolsan 57 euros por persona y día, ha detallado el catedrático Jordi Suriñach, que ha dirigido la actualización del informe.

Una cuarta parte sin visita

Llama la atención que una cuarta parte de los cruceristas no visiten la metrópolis (aunque sí pagan tasa turística), entre el 4% que se quedan en el buque por pereza o porque ya conocen el destino, y el 21% que embarcan y desembarcan sin visita. En este último grupo se encuentran tanto turistas repetidores que al aterrizar en la ciudad van directos al puerto como población de Barcelona o Catalunya, que va de sus hogares al buque y viceversa. Es decir, no ejercen de turistas ni contribuyen a la eventual saturación.

Alfredo Serrano, director de CLIA en España, ha enfatizado que el crucerista solo representa el 8% del turismo local, pero supone el 20% del gasto total. Por ejemplo, si un un turista general que pernocta se deja al día una media de 50 euros en alojamiento y 68  en otros gastos (excluyendo su transporte), un crucerista que pernocta destina 108 y 110 euros, respectivamente, a esos conceptos.

Además, ha destacado que es motor de la llegada de norteamericanos a la capital catalana, ya que esa nacionalidad representa el 18% de pasajeros, mientras que en toda la ciudad ese porcentaje se reduce a un 8%. En cambio, es la procedencia más rentable.

Empleo generado

De la facturación que genera el sector en Catalunya1.083 millones (562 en el PIB), un 73%, permanece en Barcelona. Con ese dato, se calcula que sin dicha actividad la capital catalana tendría un 1% más de paro. Sus supuestos beneficios económicos (y la presión) se concentran en Ciutat Vella y el Eixample, pero también se distribuyen en otros distritos desde empresas que brindan servicios y suministros. Por cada mil cruceristas se generan 3,3 puestos de trabajo en la ciudad (4 en Catalunya). En total, suponen 9.056 puestos de trabajo en Catalunya, de los que 5.039 se concentran en su capital. El crecimiento respecto al anterior chequeo sectorial habría sido del 34%.

La batería de datos disparados destaca también que una de cada cuatro pernoctaciones vacacionales en los hoteles de Barcelona la protagonizan cruceristas. Y pone en valor el efecto la repercusión del turismo en los sectores de agricultura, ganadería, industria, construcción y servicios.

El sector lanza la plataforma EscalaBCN

Con el convencimiento de que la aportación de los cruceros es una gran desconocida para la ciudadanía, CLIA acaba de lanzar la plataforma de comunicación digital <strong>EscalaBCN</strong>. Se pretende dar a conocer sus supuestos beneficios, su contribución a la economía local y sus cifras. También se quieren dar a conocer actividades y propuestas vinculadas al crucerismo y voces de sus protagonistas, historias personales, experiencias de sus viajeros y del público en general, articuladas también con redes sociales. El sector se ha propuesto desmontar con datos oficiales opiniones que atribuyen a la <strong>desinformación</strong>, sobre el impacto turístico y ambiental de los cruceros. Por ejemplo, que <strong>contaminan menos </strong>que ferris o cargueros, pese a que el ayuntamiento ha puesto el foco en este sector, y que a corto plazo ese 1,2% sobre el total de la ciudad se reducirá con la entrada en escena de los buques con gas licuado; y que sus<strong> 2,1 millones de cruceristas anuales netos</strong> (2,6 millones de movimientos, al contar dos veces a quienes embarcan y desembarcan) pagan tasa turística, aunque no pernocten. Al contrario que los 15 millones de excursionistas de un día que recibe Barcelona anualmente y que suponen casi la mitad del volumen total turístico de Barcelona.