marcha reivindicativa

Encuentro de tranvías en la Diagonal

María Jesús Ibáñez

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El encuentro ha sido a medio camino: en la plaza de Verdaguer. Allí las dos locomotoras de tranvía (bueno, en realidad eran réplicas en cartón) que una hora antes habían iniciado la marcha, una en la plaza de Les Glòries y la otra en la de Francesc Macià, se han saludado entre los aplausos de algo más de un millar de personas (unas 1.200 según la Guàrdia Urbana de Barcelona) y pancartas reclamando la conexión de los dos tramos de tranvía ya existentes, el TramBaix y el TramBesòs, por la línea recta que dibuja la avenida Diagonal. Las ventajas, aseguran los promotores de la unión, son inmensas.

"De entrada, dejar los dos tramos como están en la actualidad es algo ineficiente y lo más fácil es conectarlos por la línea más recta", han proclamado Jordi Giró y Anna Menéndez, los encargados de leer el manifiesto final de la movilización, organizada por una treintena de asociaciones vecinales y por la movilidad sostenible. En el acto han participado, a título personal, la alcaldesa de Badalona, Dolors Sabaté; el de Sant Joan Despí, Antoni Poveda, que es también vicepresidente de la Autoritat del Transport Metropllità (ATM), y la teniente de alcalde de Ecología, Urbanismo y Movilidad de Barcelona, Janet Sanz.

Pero la verdadera gran ventaja, aseguran los promotores, es que "se descongestionará el metro y se liberará el tráfico de la Diagonal", porque un tranvía equivale, según sus estimaciones, "a tres o cuatro autobuses urbanos y a decenas de usuarios de coches". Eso por no hablar de que el tren eléctrico "es mucho más accesible, porque no tiene ni rampas ni ascensores" y que "su mantenimiento es mucho más económico que, por ejemplo, el del metro".

Falta voluntad política

Los manifestantes, que han recorrido los 3,8 kilómetros de la Diagonal por los que todavía no hay tranvía a pie, en bicicletas, con patines o con sillas de ruedas, han reclamado a los grupos políticos con representación en el Ayuntamiento de Barcelona que, por todas esas razones, presten su apoyo a la propuesta de conexión de los dos tramos. 

Han sugerido además que la construcción del tramo permitiría, al menos, "modificar los criterios de la concesión del TramBaix y el Tram Besòs, que ahora están blindados hasta el 2032". 

Así, mientras Janet Sanz ha asegurado, tras la marcha por la Diagonal, que el equipo de gobierno sigue adelante para que el proyecto tenga ya una partida económica en los próximos presupuestos municipales, el grupo de CUP-Capgirem en el consistorio barcelonés ha emitido un comunicado en el que señala que "la recuperación del 100% de la gestión pública del servicio de tranvías es una condición necesaria para hacer posible la interconexión de las dos redes".