EN CERDANYOLA

Primera condena por el daño causado a vecinos de una fábrica de amianto

La Audiencia de Madrid fija una indemnización de más de 2 millones en total a 39 afectados por la actividad de Uralita

La fabrica de Uralita en Cerdanyola del Vallès, a principios de los años 80.

La fabrica de Uralita en Cerdanyola del Vallès, a principios de los años 80. / periodico

Víctor Vargas Llamas

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La empresa Uralita deberá indemnizar con más de 2 millones de euros a 39 vecinos y trabajadores de otras compañías del entorno de esta antigua fábrica de Cerdanyola del Vallès por los graves problemas de salud que les acarreó la utilización de amianto en su proceso de producción. Así lo establece la Audiencia de Madrid, en una sentencia que admite el impacto sobre la salud del asbesto en personas que no tuvieron una relación laboral directa, lo que se identifica como afectados pasivos ambientales.

La justicia solo reconocía como víctimas  a trabajadores y sus familiares

Hasta ahora, la justicia solo reconocía como víctimas a trabajadores y a familiares de dichos empleados que pudieron tener relación con las fibras del amianto por actividades como lavar ropa que estuviera contaminada o inhalar fibras impregnadas en la indumentaria de algún pariente. 

El fallo condena a Uralita a indemnizar con más de 2 millones de euros a 39 personas afectadas de Cerdanyola y Ripollet -representadas por el Col·lectiu Ronda-,que vivían o trabajaban cerca de la empresa. El juez estima que la compañía no actuó "con la diligencia exigible al hacer emisiones sin el control adecuado al ambiente exterior de fibras de amianto de su explotación industrial". La empresa, con la que ha tratado de contactar este diario, tiene 20 días para recurrir. 

Resolución pionera

El fallo considera que es responsabilidad de Uralita las enfermedades defunciones de personas que no tuvieron una relación laboral directa con la empresa, como consecuencia de la exposición al asbesto del que fue en su momento el mayor centro productivo en España, en activo desde 1907 hasta 1997.

"Es una resolución que reconoce, por primera vez, el legado de muerte sufrimiento que la empresa Uralita ha dejado en las localidades donde se asentó", han expuesto las abogadas del Col·lectiu Ronda Esther Pérez y Esther Costa, que han representado a los 39 afectados.

Daños y reparaciones

"Es una victoria muy importante para todas las víctimas perjudicadas por el amianto que no han trabajado expuestas a este material. Lo es para quienes van a cobrar la indemnización, pero también para quienes estarán imposibilitados, porque han muerto [en cuyo caso puede cobrar la familia] o porque han visto agotado el reducido tiempo de prescripción para reclamar, de un año una vez diagnosticada la patología o registrado el deceso del familiar", relata Pérez.

Muchas víctimas se quedan sin cobrar por el breve periodo de prescripción

Un extremo, este último, que "desgraciadamente afecta a muchas personas que vivían o trabajaban en Cerdanyola y Ripollet", como revela la letrada, por la proximidad con la fábrica de Uralita. "Hay muchas familias con dos o tres casos de parientes afectados", ilustra la abogada. De ahí, la importancia de proporcionar una "cierta compensación, aunque no pueda ser económica en todos los casos", añade. 

La sentencia de la Audiencia de Madrid establece que "se ha estudiado científicamente que la mayor exposición a la inhalación de fibras de amianto en las localidades de Cerdanyola del Vallès y de Ripollet ha provocado en dichas poblaciones una mayor incidencia" de las enfermedades relacionadas con el asbesto. Un impacto que se ha traducido en patologías altamente nocivas como cáncer de pulmón, laringe y ovario, y especialmente, mesoteliomas, un cáncer bastante infrecuente de las membranas delgadas que revisten el pecho y el abdomen.

Incidencia

El tribunal considera probado que Uralita dejó de adoptar "no ya las medidas a que legalmente viniera obligada, sino aquellas que conforme a los conocimientos habidos en el momento en el que debieron producirse los hechos litigiosos, entre 1962 y 1992, debían haberse adoptado con una diligencia y cuidado que le era exigible", puesto que ya sabía "desde al menos 1940" que dichos materiales eran "especialmente peligrosos".

La incidencia de mesotelioma y cáncer en estas poblaciones es mucho mayor

Cerdanyola y Ripollet son consideradas la "zona cero" del amianto en España "por la extrema incidencia de las enfermedades causadas por este material entre su población", explican las letradas. Y lo ilustran con la media de afectación de dichas enfermedades en España, que no superan las 10 personas por año y millón de habitantes, mientras que en estas localidades la cifra ronda los 95 casos. Una repercusión más flagrante respecto al mesotelioma, "entre uno y tres casos por millón de habitantes" en toda España, frente a los 47 casos en las zonas colindantes a la fábrica de Uralita.