POLÍTICA CULTURAL

BCN y la Generalitat discrepan sobre el futuro de Arts Santa Mònica

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Cristina Savall / Barcelona

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Arts Santa Mònica (ASM) vuelve a dar un giro en su convulsa trayectoria. El próximo año se convertirá en el Centre d'Arquitectura de Catalunya (nombre provisional) tras un acuerdo a tres bandas entre la Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona y el Col·legi d'Arquitectes de Catalunya, que llevan más de un año negociando el emplazamiento de este equipamiento y sus señas de identidad. Además tendrá un nuevo director elegido por concurso público y en su gestión no solo participará, como hasta ahora, el Gobierno catalán, sino también el consistorio. Pero existe desacuerdo sobre si debe ser o no la sede definitiva del nuevo centro.

Desde el 2013, este equipamiento cultural ubicado en la Rambla, cerca del puerto, ha intentado hacerse un lugar especializándose en la exploración de la creatividad, la transversalidad de disciplinas, la innovación digital y sus múltiples formatos y lenguajes artísticos. La apuesta de su director, Jaume Reus, que finaliza su contrato a finales de este año, se ha centrado en una programación variada y participativa pero generalmente dirigida a grupos elitistas. "La respuesta del público no ha sido la esperada, sobre todo desde el 2016", según un portavoz del área de Cultura de la Generalitat.

Discrepancias

Daniel Mòdol, concejal de Arquitectura del ayuntamiento, matiza que el ASM será una "sede provisional", máximo de dos años, desde donde se analizará qué tipo de centro resulta más idóneo para Barcelona. "No se adapta a lo que necesita un centro de arquitectura ni por las dimensiones ni por la flexibidad de sus espacios", considera Mòdol. En este aspecto, la Generalitat discrepa. "Nuestra idea es que este espacio de la Rambla sea el lugar definitivo. Lo que más necesita ASM es estabilidad", declara el portavoz del departamento de Cultura de la Generalitat.

El concejal agrega que con quien siempre se ha reunido para tratar este tema es con Santi Vila, 'conseller' de Empresa i Coneixement desde el pasado julio, cuando dejó la cartera de Cultura. "Había un gran consenso. Con Lluís Puig, su sustituto, aún no hemos hablado, pero el futuro de Arts Santa Mònica ya está pactado", señala Mòdol, que agrega que no está previsto un inmueble de nueva construcción.

Con la mirada en Canadà

Para el edil, un museo de arquitectura hoy en día es un concepto "anacrónico". En consecuencia, este nuevo centro no será un espacio expositivo ni un archivo de colecciones sino un lugar para impulsar la reflexión sobre el hecho de proyectar y elevar edificios y su aportación a la construcción de la ciudad que tiene como principal referente The Canadian Centre for Architecture.

Esta institución, fundada en 1979 por la arquitecta y activista Phyllis Lambert, busca sensibilizar al público sobre el papel de la arquitectura en la sociedad actual, promover la investigación en este campo y la innovación en la práctica del diseño. "El nuevo centro de la Rambla tendrá la misma filosofía y programará jornadas y congresos internacionales sobre arquitectura, que se celebrarán en el Barcelona Centre de Disseny", informa Mòdol. "No será el museo de Puig i Cadafalch", apunta.

En honor a Albert Viaplana

En este sentido, la Generalitat tiene más interés en compaginar la vertiente internacional del centro con la catalana. "La transición entre lo que es y lo que será el ASM será tranquila. El primer trimestre será compartido pero incluirá una exposición arquitectónica sobre el arquitecto vanguardista Albert Viaplana, que formó equipo junto a Helio Piñón entre 1974 y 1997. Él fue quien se encargó justo en 1985 de la larga rehabilitación del centro Arts Santa Mònica, que había albergado un convento.

Lluís Comeron, decano del Col.legi d'Arquitectes de Catalunya, anuncia que su institución lleva décadas deseando que Barcelona tenga un centro de referencia dedicado a la arquitectura. "En nuestra ciudad muchos equipamientos programan habitualmente exposiciones arquitectónicas. Además hay casas museo abiertas al público y muchos operadores, pero hacía falta este nuevo centro en el que el colegio participara aportando contenidos", argumenta el decano.

El antiguo proyecto

El colegio también apoyó el macroproyecto de Ferran Mascarell que pretendía en el 2013 ubicar el entonces llamado Museu d'Arquitectura i Urbanisme de Catalunya (MauC) en los antiguos palacios de Alfons XIII y de Victòria Eugenia en la explanada de Montjuïc. Esta instalación fustrada quería contribuir a poner en valor la actuación de los arquitectos y urbanistas catalanes. Se concebió como un museo internacional orientado a públicos muy diversos, desde los profesionales del sector a escolares, interesados por conocer el amplio patrimonio arquitectónico catalán.