BCN reúne a expertos para decidir el futuro de los delfines del Zoo

El mes de diciembre de 2016 Barcelona fue declarada ciudad libre de delfines en cautividad. Desde entonces el ayuntamiento busca una salida para el grupo de delfines mulares del Zoo de Barcelona, que son cuatro desde el traslado de dos al Oceanogràfic de Valencia. Por ello, el consistorio y Submundo, una entidad especializada en la conservación, estudio y divulgación del medio marino, organizan el 14 y 15 de septiembre un seminario internacional con expertos de donde surgirá un documento con recomendaciones sobre el caso concreto de los delfines barceloneses y su futuro. 

The European Association for Aquatic Mammals (EAAM), organización internacional que coordina la cría en cautividad de esta especie marina obligará a partir del año 2019 a disponer de unas instalaciones que el Zoo no tiene, salvo que afronte unas caras obras de reforma. El objetivo final del seminario es elaborar una guía-protocolo para tomar de decisiones para las ciudades o entidades que quieran dejar de tener delfines en cautividad.

El rey del hábitat marino

Entre los participantes del seminario destaca Erich Hoyt, una eminencia en delfines, ballenas y en la protección del hábitat marino. Hoyt ha escrito más de 20 libros de carácter académico, que han sido publicados en más de 25 países y que se consideran biblias sobre la conservación de cetáceos.

Por parte del Ayuntamiento, el seminario contará con la participación de Janet Sanz, concejal de Ecología, Urbanismo y Movilidad, y Frederic Ximeno, comisionado de Ecología, que también impulsarán proyectos de participación ciudadana en relación a la conservación de las poblaciones de los delfines y también en el campo de las alternativas de los que han estado en cautividad durante prolongados periodos de tiempo.

El semimario será abierto al público con inscripción previa, y gratuito. Las sesiones se desarrollarán en el Auditorio del Campus de la Ciutadel·la de la Universitat Pompeu Fabra (en la calle de Ramon Trias Fargas). Serán en inglés con servicio de traducción simultánea.

Según los trabajadores del Zoo, la opción éticamente más sensata sería realizar las obras de mejora del delfinario y permitir que los cuatro delfines pasen el resto de sus vidas en las mejores condiciones posibles. Trasladarlos, explican los trabajadores, le permitirá a Barcelona colgarse una medalla animalista hipócrita, pues será una ciudad libre de delfines en cautividad, pero a costa tal vez de un mal final para sus últimos cuatro ejemplares.

Hace años ya que los delfines no son artistas de circo. Reciben público, sí, pero para una sesión educativa sobre la vida y hábitos de un mamífero tan extraordinario como el delfín.