ANTECEDENTES EXTREMISTAS

El imán de Ripoll estuvo tres meses en la cuna belga del yihadismo

LA GUARIDA Aspecto del piso donde vivía el imán en Ripoll, ayer.

LA GUARIDA Aspecto del piso donde vivía el imán en Ripoll, ayer.

Ángeles Vázquez / Madrid

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Bélgica huyó uno de los condenados por el 11-M, tras los atentados de Madrid, y de Bélgica salieron los autores de los de París. Abdelbaki Es Satty, el imán de Ripoll considerado el cerebro de la célula yihadista que ha cometido los atentados de la Rambla de Barcelona y Cambrils, tenía relación con ese país. Estuvo tres meses viviendo en Vilvoorde, localidad considerada una de las mecas yihadistas de Bélgica porque en el 2014 de ella salieron una treintena de jóvenes para luchar en Siria.

Es Satty residió de forma estable en Vilvoorde entre enero y marzo del 2016, según ha confirmado el alcalde de la población, Hans Bonte, a la televisión flamenca VRT News, aunque las autoridades belgas de inmigración descartan haber registrado a alguien con ese nombre, informan webs belgas.  

El presidente de la Comunidad Islámica Annour de Ripoll, Alí Yassine, también ha comentado que ese hombre "solitario, muy callado" había dicho a algunos de los fieles que "había estado o viajado a Bélgica". Pero añadió que nunca "fue mientras fue imán de Ripoll", extremo que deberá ser confirmado con la investigación abierta tras los atentados de esta semana, porque las fechas no coinciden. 

Tanto el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, como el 'major' de los Mossos, Josep Lluís Trapero, se han referido a los contactos que se mantienen con los servicios de inteligencia y los cuerpos policiales de otros países para determinar las conexiones y el apoyo que los miembros de la célula pueden tener en el exterior, lo que permitirá desentrañar toda la red.

Operación Chacal

Bélgica está considerado como uno de los países de los que han salido más yihadistas con destino a Siria. Desde Molenbeek, uno de los suburbios de Bruselas, salieron los autores de los atentados de París. Pero también se apunta a Anderlecht y Schaerbeek, y fuera de la capital, a los municipios de Amberes, Vilvoorde y Verviers.

No es la primera vez que el país sale en procedimientos judiciales por terrorismo islamista seguidos en nuestro país. Además de en el 11-M, al ser el país a donde huyó Mohamed Belhad, se menciona varias veces en la sentencia de la Audiencia Nacional que condenó a los detenidos en la operación Chacal, luego absueltos por el Tribunal Supremo. Uno de los principales acusados entonces, Omar Nakhcha, acusado de haber ayudado a Belhad, al darle un pasaporte y dinero, también había huido a Bélgica, según declaró el propio Belhad desde Marruecos, donde fue condenado a 8 años de cárcel por los atentados de Madrid.

En la sentencia luego anulada se menciona a Es Satty, que cumplió una condena de 4 años de cárcel por tráfico de hachís, una fuente habitual de financiación del yihadismo, pero no tenía antecedentes por terrorismo, al igual que los otros 11 miembros de la célula que cometió los atentados. La resolución lo cita, a petición de la defensa de Mohamed Mrabet Fashi, porque una fotocopia de su documentación aparecía en el domicilio de este acusado junto a la de otras 16 personas. Con ello trataba de negar que él ayudara a llegar a Irak a Bellil Belgacem, que se suicidó llevándose por delante a 19 soldados italianos y 9 iraquís. 

La resolución, luego anulada por el Supremo, absolvió a un primo del que fue imán de Ripoll desde el 2015 hasta hace unos meses, la persona que se considera que logró radicalizar en un tiempo récord a unos jóvenes que parecían perfectamente integrados en la localidad. La investigación tiene aún que determinar si fue él quien manipuló el explosivo que hizo saltar por los aires la casa de Alcanar y si son suyos algunos de los restos encontrados bajo los escombros.

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