MATANZA EN LA RAMBLA

El terror yihadista arrolla 13 vidas en el corazón de Barcelona

Una de las personas atropelladas en pleno centro de La Rambla.

Una de las personas atropelladas en pleno centro de La Rambla. / periodico

Guillem Sànchez / Barcelona

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El terrorismo yihadista ha atacado este jueves 17 de agosto el corazón de Barcelona. Una furgoneta ha invadido a alta velocidad la zona peatonal de la Rambla poco antes de las 17.00 horas con la intención de matar a tanta gente como le fuera posible. Los Mossos d’Esquadra confirman que ha sido un atentado terrorista, que se atribuyó horas después el Estado Islámico. La acción ha matado a 13 personas y ha dejado unos 100 heridos, algunos de ellos muy graves. Es el peor ataque terrorista que se ha vivido en España desde el 11-M del 2004, cuando diversas explosiones segaron la vida de casi 200 personas que viajaban en trenes de cercanías de Madrid. Barcelona acababa de recordar los 30 años del atentado de Hipercor, en el que murieron 21 personas. 

El macabro atropellamiento ha provocado al instante que el teléfono de emergencias del 112 entrara en ebullición. Los que llamaban, en estado de choque, describían como podían la secuencia de un vehículo grande que había invadido la zona peatonal del paseo más famoso de Barcelona embistiendo sin clemencia a todos los que paseaban por allí. Hablaban de características idénticas a varios de los atentados yihadistas sufridos en ciudades como Niza, Berlín o Londres recientemente. 

El atropellamiento ha dejado muchos cuerpos tendidos sobre la Rambla, extendidos a lo largo de 600 metros. La furgoneta ha embestido con tal violencia a los ciudadanos que algunos han salido literalmente volando. El estado de salud de 15 de las personas trasladadas a hospitales con vida es muy grave.

Cuando las primeras patrullas policiales han atendido la emergencia han localizado una furgoneta en la Rambla casi a la altura del Liceu. Estaba vacía. No había nadie en su interior. El conductor, que viajaba solo, ha abandonado el vehículo desarmado y ha huido a pie. Al cierre de esta edición, seguía fugado. 

En ese instante el Sistema d’Emergències Mèdiques estaba mandado a todas las ambulancias disponibles para inundar de auxilio médico la zona. Los Mossos, en colaboración con la Guardia Urbana de Barcelona, han activado un dispositivo policial para buscar al conductor. 

El caos desembarca en Barcelona

Los policías tenían que simultanear la tarea de abrir un perímetro de seguridad tan grande como resultara posible mientras buscaban al terrorista. Había agentes corriendo en todas direcciones, algunos con la pistola en la mano. Otros pedían a gritos a la gente que controlara la curiosidad que sentía y que se fuera porque corría "peligro". 

El dispositivo policial 'Jaula' ha vaciado la Rambla en pocos minutos. Poco a poco la zona de seguridad se ha expandido a ambos lados de la arteria barcelonesa, invadiendo las calles adyacentes del barrio del Raval y del Gótico. Eran instantes tan confusos que cualquier grito, cualquier ruido desconocido, provocaba una estampida porque el miedo se contagiaba entre los ciudadanos. 

Conexión con Alcanar

El Major de los Mossos, Josep Lluís Trapero, ha revelado pasadas las 23.00 horas que vinculan la explosión de esta madrugada en Alcanar con los autores del atentado. La conexión se ha establecido gracias a una documentación recuperada durante la investigación de una deflagración que ha pulverizado la vivienda de esta población y ha matado a una persona y ha herido gravemente a otra. Tras el hallazgo, los Mossos se han dirigido al hospital para interrogar al herido, un hombre de Melilla. Este se ha negado a declarar y ha quedado detenido. 

El otro arrestado es Driss Oukabir, un hombre marroquí a nombre de quien se había alquilado la furgoneta con la que se ha perpetrado la matanza. Este hombre cuenta con antecedentes penales y estuvo interno en la prisión de Figueres, durante un mes, por un delito de abusos sexuales.

Paralelamente, los Mossos han abatido en Sant Just Desvern al conductor de un Ford Focus blanco que se ha saltado un control policial en la avenida Diagonal. El hombre, español, ha atropellado a dos agentes y ha sido interceptado poco después. Ha fallecido a causa de los tiros que se han disparado para detener el vehículo. Este incidente, de momento, no guarda ninguna relación con el atentado. 

Ciudad vacía

El dispositivo policial ha obligado a cerrar bares y comercios. El despliegue policial ha atrapado a muchos clientes que se habían refugiado en los bares. Los Mossos han ido entrando uno a uno, armados con subfusiles de asalto y con la cara encapuchada, a comprobar que el conductor asesino no se hubiera escondido allí dentro. Una vez se aseguraba un establecimiento, los agentes los acompañaban hasta el exterior del perímetro de seguridad de la operación Jaula. Más de uno, al cruzar el cordón policial, rompía a llorar. 

El ataque ha desatado una ola de solidaridad. Voluntarios que han acudido a donar sangre, vecinos que han ofrecido su casa, centenares de profesionales de los servicios públicos que han interrumpido las vacaciones para echar una mano. En los grupos de Whatsapp se ha vivido un recuento virtual entre comunidades de amigos. "¿Estáis todos bien?".

En el barrio de Gràcia, no solo las fiestas han sido canceladas, sino que el barrio ha quedado silencioso como una tumba. Igual que toda la ciudad.