la expansión de un fenómeno

La ola de narcopisos avanza más rápido que la policía

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Guillem Sànchez / Carles Cols / Barcelona

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En la última operación policial que Mossos d’Esquadra y Guardia Urbana llevaron a cabo en el Raval se tapiaron tres narcopisos. Dos en la calle de Sant Gil y uno en la de Cardona. Pero los camellos no han tardado en devolver el golpe e igualar de nuevo el casillero en menos de una semana. Desde el pasado lunes, los vecinos del Raval han denunciado tres nuevas ocupaciones consumadas. Una en el número 18 de Sant Vicenç, otra en los bajos del 22 de Joaquim Costa y un tercer allanamiento en la azotea de la finca 8 de la calle Reina Amàlia.

Toni Salas, de Acció Raval, ha lamentado también que el Ayuntamiento de Barcelona no esté destinando "ni una sola patrulla" de la Guardia Urbana a vigilar la tercera cacerolada que se ha iniciado en el vecindario, la de la calle Sant Gil. Esta movilización diaria, a diferencia de las de En Roig y Riereta, es en forma "de rúa" y los vecinos que la integran se detienen frente a cada uno de los narcopisos de esa zona para protestar frente al portal. La fórmula se parece demasiado a la que protagonizaron vecinos del barrio del Besòs hace casi dos años, cuando sus viviendas sufrieron la misma plaga que azota ahora al Raval. El 10 de noviembre del 2015, tras un enfrentamiento con dos traficantes durante una marcha vecinal, estos salieron minutos más tarde armados con un cuchillo y mataron a Cristian, un hombre rumano de 30 añosmataron a Cristian.

Este miércoles la Conselleria d'Interior ha respondido a la alcaldesa accidental de Barcelona, Janet Sanz, que exigió más implicación por parte de los Mossos d’Esquadra en este problema. Según la agencia ACN, desde Interior se ha remarcado que el compromiso de la policía catalana es "total" y ha anuciado que la semana que viene el 'conseller' Joaquim Forn y la alcaldesa Ada Colau se reunirán para tratar la cuestión. Acció Raval tiene también previsto promover entre los vecinos la petición de una reunión formal con Forn en los próximos días para pedirle que se tomen todas las medidas al alcance de la mano antes de que la situación se desborde del todo. Como ya ocurrió en el barrio del Besòs.