Conflicto en el aeropuerto

Los vigilantes de Eulen mantienen la huelga en El Prat

Trabajadores de Eulen en El Prat.

Trabajadores de Eulen en El Prat.

Víctor Vargas Llamas / Barcelona

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Casi tres semanas de vuelo interminable y el avión seguirá sin aterrizar. Los vigilantes de seguridad de Eulen en el aeropuerto de El Prat han decidido mantener el pulso laboral que iniciaron el 24 de julio y rechazar la propuesta de incremento salarial que les trasladó la Generalitat y que contaba con el apoyo de la compañía, una decisión que entraba en todas las quinielas. Lo que no era tan previsible era que el comité de huelga ofreciera en la votación dos alternativas más que no estuvieron presentes durante las conversaciones, una decisión duramente criticada por el resto de partes implicadas. Los trabajadores se decantaron  por reclamar 250 euros en 15 pagas, desmarcándose de la oferta del Govern y de la opción favorita del comité, y aumentando la inquietud de las autoridades. Abocado el aeropuerto a una situación insostenible, el Gobierno ha convocado para este viernes un gabinete de crisis.

Con una participación de 176 de los 350 empleados, los vigilantes se desmarcaron tanto de la propuesta que les trasladó el Departament de Treball de la Generalitat (un aumento salarial de 200 euros en las 12 nóminas ordinarias, sin incluir las tres extraordinarias, y que ha tenido solo dos votos) como de la alternativa preferida del comité de huelga (esos mismos 200 euros pero en las 15 pagas, con un apoyo de 82 personas). Tampoco han respaldado la propuesta inicial del comité de un complemento de 350 euros en 15 nóminas. La opción ganadora ha contado con 89 apoyos.

Enojo

El asesor del comité, Juan Carlos Giménez, ha considerado que la proposición que avalaban permitía "una negociación más fácil", pero ha garantizado una defensa de la voluntad de los trabajadores si las otras partes "quieren volver a negociar", no sin remarcar que la huelga parcial de este viernes y del domingo y la indefinida a partir del lunes, siguen adelante.

Sin embargo, el resto de actores de la negociación no han disimulado su decepción e incluso enojo por la decisión de los trabajadores, dibujando un panorama sombrío en cuanto a la resolución del conflicto. Así lo ha hecho la Generalitat, en boca de la consellera de Treball, Dolors Bassa, que ha dicho que desde su departamento se sienten dolidos y "utilizados" tras comprobar que el comité ha llevado a la asamblea nuevas propuestas no consensuadas en la mediación, informa Fidel Masreal. 

La dirigente ha pedido más compromiso a los vigilantes y a Eulen, además de mostrarse especialmente crítica con el comité, de quien ha dudado acerca de su legitimidad como interlocutor válido toda vez que los trabajadores no se han decantado por su propuesta.

"Inexplicable"

También el Ministerio de Fomento ha lamentado el resultado de la votación, y ha decidido convocar un comité de crisis este viernes en Barcelona para analizar la situación y estudiar "todas las alternativas", informa Manel Vilaseró. A esta reunión, según el ministro Íñigo de la Serna, asistirán representantes de Interior para, entre otras cosas, decidir si la Guardia Civil asume las tareas de control de seguridad.

"Es inexplicable que en las jornadas sin huelga se hayan producido tantas colas", ha argumentado el ministro, que ha augurado graves perjuicios para los usuarios si se consuma la huelga indefinida a partir del próximo lunes. De la Serna ha considerado "razonable" la mediación y la propuesta de la Generalitat para desbloquear el conflicto.

Replanteamiento urgente

También Eulen ha criticado al comité de huelga y a los trabajadores, a los que ha emplazado a replantearse de manera "urgente" su negativa a la propuesta de Treball. La compañía también ha cuestionado las nuevas propuestas del comité sin haberlas trasladado previamente a la mesa de negociaciones. La empresa ha dicho haber hecho "todo lo posible" para solucionar el conflicto laboral con sus trabajadores y ha insistido en que ha aceptado el incremento salarial propuesto por el Departament de Treball, a pesar de ir "más allá de lo económica y razonablemente admisible".

Más de dos semanas de vuelo interminable y el avión seguirá sin aterrizar. Esas son las últimas órdenes que han llegado desde tierra, en un nuevo centro neurálgico alternativo del aeropuerto de El Prat que lleva tres semanas eclipsando la actividad de la mismísima torre de control y frustrando la tranquilidad de viajeros y autoridades. Para que aterrizara este avión era imprescindible que coincidieran la ruta trazada por la Generalitat, y secundada por la empresa Aena, con la designada por los empleados, que este jueves han celebrado una asamblea para decidir su futuro. Ha sido en el Centro de Promoción Económica, también en El Prat, donde esta crisis de movilidad se ha anotado un nuevo capítulo ante la incredulidad de la opinión pública.

Con una participación de 176 vigilantes de un censo de 350 empleados, los vigilantes de Eulen, la empresa adjudicataria del servicio de vigilancia previo al embarque en El Prat, han decidido rechazar la propuesta que les trasladó el Departament de Treball de la Generalitat consistente en un aumento salarial de 200 euros en las 12 nóminas ordinarias, alejada de la propuesta inicial del comité de reclamar un complemento de 350 euros en las 15 nóminas anuales, sumando las tres pagas extraordinarias.

Sin embargo, la representación de los vigilantes ha presentado dos nuevas contrapropuestas para someterla a la decisión soberana de la asamblea. El comité ha propuesto extender esos 200 euros a las 15 pagas totales de los trabajadores, e incluso han presentado otra alternativa más alejada de un posible consenso: 250 euros en 15 pagas. Los trabajadores han acabado aceptando esta última alternativa con 89 votos, frente a los 82 apoyos de 200 euros para 15 pagas, la opción que defendía el comité. La porpuesta de Treball apenas ha contado con dos sufragios.

Decepción

Sin embargo, las otras partes implicadas en el conflicto de una u otra forma no han disimulado su decepción por la decisión de los trabajadores, dibujando un panorama sombrío en cuanto a una solución rápida y consensuada del conflicto. Así lo ha hecho la Generalitat, en boca de la 'consellera' de Treball, Dolors Bassa, que ha dicho que desde su departamento se sienten dolidos y "utilizados" tras comprobar que el comité ha llevado a la asamblea nuevas propuestas no consensuadas en las conversaciones de mediación, informa Fidel Masreal. 

La dirigente ha apelado a los vigilantes y a Eulen para reclamarles más compromiso, además de mostrarse especialmente crítica con el comité, de quien ha dudado acerca de su legitimidad como interlocutor válido en las convesraciones toda vez que los trabajadores se han decantado por una propuesta que no era la que sus representantes propugnaban.

Crisis

También el Ministerio de Fomento ha reaccionado con celeridad tan pronto ha conocido la decisión de los vigilantes, convocando un comité de crisis que se celebrará este viernes en Barcelona para analizar la situación y estudiar "todas las alternativas", informa Manel Vilaseró. A esta reunión, según el ministro Íñigo de la Serna, asistirán representantes de Interior para, entre otras cosas, decidir si la Guardia Civil asume las tareas de control de seguridad en el aeropuerto de El Prat.

 "Es inexplicable que en las jornadas sin huelga se hayan producido tantas colas", ha argumentado el ministro, que ha augurado graves perjuicios a los usuarios si se consuma la huelga indefinida a partir del próximo lunes.  De la Serna ha considerado "razonable" la mediación y la propuesta de la Generalitat para desbloquear el conflicto entre la empresa Eulen y los trabajadores.

Urgencia

También Eulen ha sido crítica con el comité de huelga y con los trabajadores, a los que ha emplazado a replantearse de manera “urgente” su negativa a la propuesta de Treball. La compañía ha cuestionado que los representantes laborales de los vigilantes no hayan respetado el compromiso adquirido con la Generalitat de someter a la asamblea la propuesta de mediación oficial y haya presentado otros escenarios no consensuados.

Eulen ha dicho haber hecho "todo lo posible" para solucionar el conflicto con sus trabajadores y que ha aceptado el incremento salarial propuesto por la Generalitat, pese a que "va más allá de lo económica y razonablemente admisible".