iniciativas polémicas

Los antiturismo también atacan las bicis de alquiler que ocupan párkings ciclistas

Estado en el que quedó el bus turístico tras el asalto del jueves pasado.

Estado en el que quedó el bus turístico tras el asalto del jueves pasado.

Patricia Castán / Toni Sust / Barcelona

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"Ya estamos hartas de la ocupación por parte de empresas turísticas del espacio público del barrio. ¡Actuemos! ¡Únete al combate!", reza el tuit que acompaña el nuevo vídeo colgado por Arran (las juventudes de la CUP), donde en esta ocasión atacan varias bicicletas de alquiler estacionadas en un párking ciclista del Poblenou. Pero las ofensivas contra estas bicis no son nuevas. Desde una de las dos empresas que permite alquilarlas en anclajes de la red pública, Donkey Republic, aseguran que en los últimos meses ya suman unas 300 agresiones de este tipo. La actividad, que ocupa espacio público con fines lucrativos y sobre todo turísticos, irrita a los antiturismo tanto como los hoteles o el Bus Turístic, que también ha sufrido asaltos.

Ester Boada, que gestiona en Barcelona las bicis de esta app de origen danés, opina que las primeras agresiones podrían ser de competidores, porque su desembarco en la ciudad irritó al sector de alquiler de bicis convencional en locales comerciales. Pero paulatinamente aparecieron pintadas, pegatinas y ruedas pinchadas por parte de colectivos antiturismo, dice, a los que han llegado a grabar en vídeo porque suponen "un gasto brutal" en reparaciones. Ahora estudian acciones judiciales, aunque Arran solo ha reivindicado las que muestra en su último vídeo, tomado en el Poblenou, donde cada vez hay más presión turística.

Mayoría de turistas

Este sistema, que como ya informó este diario en mayo permite recoger y dejar cientos de bicis por casi toda la ciudad a través del móvil, está teóricamente dirigido a cualquier usuario que quiera pasear en bici puntualmente. Pero en la práctica la mayoría de clientes son turistas, lo que se ha convertido en nuevo foco de turismofobia por su utilización de los anclajes públicos. 

Lo mismo que hace la empresa Dropsbyke, con la que este diario no ha logrado contactar. Boada, que también tiene un negocio de bicicletas de alquiler convencional, defiende que la app permite "descentralizar" el turismo y asegura que colaboran con el ayuntamiento para hacer un uso limitado de los anclajes, sin coparlos. El consistorio estudia una regulación del fenómeno, ahora inexistente y que no se multa.

Desde Bicitours, la asociación de empresas profesionales del sector, arremeten contra esas dos app por haber generado un conficto donde, según ellos, antes no lo había. "Los que hacen un uso privativo del espacio público ensucian la imagen de las bicis y el usuario se caldea", dice su presidente, Borja Martínez-Sanz. En algunas tiendas de alquiler ha aparecido puntualmente alguna pegatina o pintada antiturismo. "Si operas bien no hay problemas, si no la gente se enfada con razón".

Disputas políticas

En el frente político, las acciones de Arran para denunciar el modelo turístico en la ciudad de Barcelona han sido duramente constestadas por el alcalde accidental de Barcelona, Jaume Collboni, que ha lamentado que la CUP no condene el ataque al bus turístico y que, lejos de ello, lo haya justificado: “Es una línea roja que nunca debe cruzarse en democracia”. Collboni ha advertido de que los responsables de estos ataques se encontrarán delante “al ayuntamiento, la Generalitat y la justicia”.

La campaña de Arran también ha encendido las disputas entre Junts pel Sí y la CUP. La diputada 'cupaire' en el Parlament Mireia Boya desmarcó a su grupo parlamentario de las acciones de la organización juvenil y relativizó su gravedad.

"Son unas acciones simbólicas de una organización que no es la CUP para denunciar el modelo turístico en Barcelona. No hace falta dramatizar el simbolismo", afirmó Boya en una entrevista en RAC1, en la que añadió: "La violencia es la expulsión de los vecinos de su barrio o la precariedad laboral".

Condena del Govern

“Siempre se les pide que renuncien a la violencia, cuando quien la aplica es el Govern", prosiguió, apuntando al ‘conseller’ de Empresa: "Santi Vila tiene que comprometerse después del 1-O a acabar con la política neoliberal que está impulsando en el ámbito del turismo. Este modelo económico es violencia pura y dura". Vila cargó el lunes contra el ataque de Arran al bus.

Tras la reunión del Govern, el ‘conseller’ de Presidència, Jordi Turull, ha condenado "sin matices" la actuación de Arran y ha pedido "por favor" a la organización juvenil que "se replantee este tipo de acciones. Si consideran que hay violencia, cosa que nosotros no compartimos, la violencia con más violencia no se arregla".