El plazo para cambiar la ordenanza de terrazas se agota sin acuerdo

La cuenta atrás ha acabado y el mes de julio se despide sin que se haya alcanzado ni siquiera un preacuerdo en firme para desencallar el culebrón sobre la reordenación de las terrazas de bares y restaurantes de Barcelona. A lo largo del día, los grupos de la oposición han movido ficha para pactar sobre la modificación de la ordenanza, que debe permitir conciliar la prioridad peatonal en las aceras y la actividad económica. Pero el gobierno de Ada Colau aún no se ha pronunciado sobre la propuesta de mínimos presentada  por el Gremi de Restauració para salir del túnel.

Ante esa tesitura, la patronal ha anunciado que mañana martes activará "los mecanismos que prevé la Carta Municipal" para poder modificar la ordenanza. 

El ayuntamiento se comprometió a alcanzar un primer acuerdo consensuado antes del 31 de julio. Pero al final solo la oposición se ha posicionado con claridad al respecto. Tras la jornada de debate desarrollada este mes de julio, se alcanzó cierto quórum para buscar ajustes a la norma que implica recortar cientos de terrazas para cumplir con distancias de paso libre, y eliminar otras, lo que ha llevado al sector a la guerra durante los dos últimos años. En paralelo, colectivos vecinales se muestran favorables a poner coto a los veladores, dejando a Colau entre dos aguas.

La patronal anunciará mañana martes medidas alternativas para modificar la polémica ordenanza

La entrada de Jaume Collboni (PSC) como socio de Colau en el gobierno suavizó el enfrentamiento hacia la tregua, pero el mes se ha acabado sin soluciones. Xavier Trias se ha reunido estel lunes por la tarde con Collboni en busca de un acercamiento. El edil socialista ha asegurado que ha habido "avances y confluencias de puntos de vista", por lo que es "optimista" sobre un acuerdo cercano. Pero el presidente del grupo Demócrata ha advertido que no apoyarán ninguna modificación que vaya en contra de la patronal.

Más concreción

Trias ha visto en el alcalde accidental "actitud positiva". No obstante, el director del Gremi, Roger Pallarols, lamenta que el equipo de gobierno siga anclado en "la filosofía de la modificación en lugar de concretarla". La propuesta de mínimos de la patronal aceptaría el horario que impone el consistorio y blindaría la supervivencia de locales emblemáticos amenazados, entre ocho puntos.

Precisamente, el grupo municipal de ERC ha sumado esta mañana su apoyo a los restauradores, que ya contaban con el del grupo Demòcrata, PP y Ciutadans. La condición de los republicanos es garantizar empleo de calidad en las terrazas, con un mínimo de 1.000 euros mensuales, ha dicho su presidente, Alfred Bosch. El gremio afirma que el convenio laboral de camareros ya establece un mínimo de 1.480 euros brutos en jornada completa.