París

"En París uno casi no llega a fin de mes por culpa del alquiler"

Los precios no dejan de crecer en París a pesar de que hay un índice de referencia de los arrendamientos

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EVA CANTÓN / PARÍS

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“Teniendo en cuenta lo que hay en París, nos sentimos afortunados”. Rafael López tiene 26 años, es canario y lleva tres años viviendo en París. Desde septiembre del 2016 comparte un piso de 35 metros cuadrados con una amiga italiana que conoció mientras cursaba un máster en Sciences Po. Pagan un alquiler de 1.100 euros en el que va incluido internet. El gas y la luz suman 92 euros más al mes. La casa, el último piso de un edificio haussmaniano vetusto pero con encanto del distrito 14 de París, tenía una habitación y un salón que Rafael ha convertido ahora en su cuarto.

“Lo encontramos porque mi compañera de piso es amiga de la hija de los propietarios. No tuvimos grandes problemas con el dossier, aunque nos pidieron un certificado con nuestro contrato de trabajo y nuestro salario y nos pidieron dos avales, uno a cada uno”, nos cuenta Rafael, que trabaja como auxiliar administrativo en el colegio español de París.

INFORMES Y AVALES

El ‘dossier’ al que hace referencia es la primera de una serie de pesadillas que le esperan a quienes buscan piso en París. Un fajo de documentos que el dueño de un inmueble exige al candidato antes de firmar un contrato. Una suerte de ‘casting’ previo. “El sistema de alquiler en París me parece imposible”, prosigue el joven canario.

La fuerte tensión del mercado francés dispara los precios. El parque de alquiler privado y el de protección social obedecen a reglas completamente distintas y esta dualidad impide reducir la distancia entre las condiciones de unos y otros inquilinos, sobre todo en las grandes ciudades.

En el privado, el alquiler inicial lo fija libremente el propietario desde 1997, aunque a la vista de que uno de cada cinco habitantes necesita el 40% de sus ingresos para el alojamiento, en el 2015 se reguló en algunas zonas.

ÍNDICE DE REFERENCIA

Es el caso de París, donde, además, en agosto del 2016 se puso en marcha un Índice de Referencia de Alquileres que establece una horquilla de precios en función del distrito.

A ello se añade un decreto anual limitando las subidas cuando cambia el inquilino que, según los últimos datos del Observatorio de Alquileres de la Aglomeración parisina (Olap), ha permitido contener la tendencia alcista limitando la subida a un 1,2% en el último año.

“Es indecente, pero así están los precios. Con el salario mínimo uno no llega casi a final de mes por culpa del alquiler. Y por supuesto, nada de pensar en comprar casa, eso es imposible”, se lamenta Rafael. Las cifras le dan la razón. Un piso de segunda mano en Paris tiene un precio medio de venta de 8.450 euros el metro cuadrado, un 5,5% más que hace un año.