El 78% de vecinos de Ciutat Vella se quejan de un ruido excesivo

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EL PERIÓDICO / BARCELONA

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Se sabía que Ciutat Vella es un distrito ruidoso por la gran concentración de actividad que aglutina y por las muchas quejas vecinales en horario nocturno. Pero por pimera vez el ayuntamiento ha radiografiado con detalle las emisiones acústicas en sus calles al caer la noche y ha cuantificado las molestias. El estudio de la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB)  ha revelado que el nivel acústico de la mayoría de barrios de la zona supera los umbrales asociados con la pérdida de salud y calidad de vida.

El análisis, presentado por la concejala de Ciutat Vella, Gala Pin, y la autora del estudio, Vanessa Puig, forma parte del proceso de elaboración del nuevo Plan Especial de establecimientos de concurrencia pública, hostelería y otras actividades del distrito, conocido como plan de usos, que el consistorio está preparando. Recientemente había sido presentado otro informe sobre la actividad y densidad del distrito con el mismo fin.

El 78,1% de los vecinos de Ciutat Vella consideran que en su barrio "hay mucho ruido", mientras que los seis sonómetros instalados en las zonas con mayor ocio nocturno -en las calles de Joaquim Costa, Robador, Arc del Teatre, Escudellers, paseo del Born y Sant Carles- rebasan todos los umbrales de bienestar, por encima de 60 decibelios (dB).

La concejala Pin mantiene que el nuevo plan de usos "tendrá que evitar la proliferación de locales de ocio nocturnos en determinadas zonas", aunque para ello también se tendrán en cuenta las características de sus edificios, para determinar qué efectos tiene ese ruido.

Los valores más elevados en casi todas las franjas horarias se registran en los sonómetros situados en Arc del Teatre y Escudellers, espacio limítrofe entre los barrios del Gòtico y el Raval, y superando la mayoría de la noche de los 70 dB.

CULPA DEL VIAJERO

Los grupos de discusión que han participado en el estudio han identificado el turismo como la "fuente principal" del ruido, tanto por las molestias generadas por los pisos turísticos como por el hecho de que acostumbran a moverse en grandes grupos e ir a locales de ocio nocturno. La problemática también se relaciona con "un modelo económico casi basado exclusivamente en el ocio y en un turismo muy focalizado en el alcohol y la fiesta de bajo coste", indica el documento.

Los vecinos también han destacado entre las causas la acumulación de personas en calles y plazas y ante los locales nocturnos; el comportamiento de la personas que chillan, cantan y bailan por las calles, así como el uso de monopatines, música, las brigadas de limpieza y los vehículos de carga y descarga.

PRIMERAS MEDIDAS

El ruido ambiental, especialmente el nocturno, tiene un impacto en la salud y en la calidad de vida de las personas, y uno de los efectos más inmediatos es la perturbación del sueño, que está asociado con el deterioro psicológico y emocional, y cambios en el comportamiento social, sobre todo en la agresividad.

Entre las primeras medidas derivadas de este chequeo nocturno, el ayuntamiento implantará este 9 de junio una reorganización en el servicio de recogida de residuos en la calle de Escudellers para evitar molestias a los vecinos y mejorar el descanso. La primera fase será de información y la segunda de sanciones contra las malas prácticas.

También se impulsará el trabajo con operadores en el marco de las mesas de ocio nocturno; se reforzarán los educadores ambientales de noche y la presencia de agentes cívicos y se subvencionará la instalación de ventanas que mejoren la insonorización.

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