Un congreso aviva la fiebre del yoga en Barcelona

Desde la versión más meditativa y espiritual a la acrobática, desde practicantes con galones a recién iniciados... cientos de yoguis se entregan desde el viernes al Global Yoga Congress que ha convertido a Barcelona en meca del yoga hasta el domingo. La actividad, que combina distintos grados de intensidad física a través de posturas, con ejercicios de respiración y meditación, está en pleno auge en la capital catalana, donde suma miles de practicantes y no dejan de abrirse centros especializados.

En el congreso que organiza por primera vez YogaOne -con más de 1.600 socios en sus sedes de Tuset y Mandri- están participando algunos de los mejores maestros de occidente, como Celest Pereira, Dov Vargas, Twee Merrigan, Andrei Ram, Yoshio, Andy Gill y otros, junto a los instructores locales del centro, liderados por Jordi Canela. Un centenar de clases y talleres se celebran de nueve de la mañana a nueve de la noche, en distintos formatos y salas del Palau de Congressos de Catalunya simultáneamente, mientras la jornada se remata con conciertos. 

Las opciones de clase, que van de los estilos más tranquilos a los más vigorosos físicamente, del sivananda o nidra al ashtanga o el rocket, atraen estos días a practicantes de edades muy variadas. La gran participación de alumnos venidos de otros países han hecho necesario que las clases se impartan en castellano e inglés. Todos comparten la fiebre yogui, que no solo da rápidos beneficios físicos (de la fuerza a la flexibilidad), sino un profundo bienestar y reconexión interior.

Hay distintos tipos de entradas para la jornada o por franjas horarias, así como un postcongress en YogaOne Tuset el lunes para los que no han tenido suficiente. A nivel más popular, los adeptos tienen otra cita para 2.500 participantes en la jornada de yoga que organiza Oysho en el Arc de Triomf el próximo 10 de junio.