Sant Martí tiene una decena de hoteles en marcha y un límite de 3.100 plazas en el futuro

lpedragosa38382840 poblenou170513182849

lpedragosa38382840 poblenou170513182849 / periodico

PATRICIA CASTÁN / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Planificar un futuro hotel en Sant Martí casi precisa un manual de instrucciones. El plan especial urbanístico de alojamiento turístico (PEUAT aprobado hace unos meses es especialmente complicado en este distrito, tan dispar demográfica y urbanísticamente que aglutina zonas de las cuatro categorías creadas por el ayuntamiento: desde barrios donde se fomentará el decrecimiento natural de plazas hasta zonas donde se podrá ganar camas. Eso sí, un máximo de 3.100, de las que 2.600 se acotarían al eje tecnológico 22@. No obstante, el distrito tiene en marcha una decena de proyectos hoteleros cuya licencia o tramitación fue previa a la moratoria de alojamientos y el PEUAT.

¿Demasiados? El distrito es el tercero de la ciudad (casi empatado con Sants-Montjuïc) en cifra de hoteles. Pero sus 35 hoteles abiertos a día de hoy están a años luz de los 128 de Ciutat Vella o los 150 del Eixample. Repasando su evolución, en los últimos siete años Sant Martí ha ganado una decena de estos establecimientos, con algo más de un millar de habitaciones, hasta alcanzar las 6.200 (la gran mayoría de 4 estrellas). Fuentes del Gremi d'Hotels de Barcelona sostienen que es una cifra relativamente modesta en relación al debate suscitado en la zona.

Sin embargo, hay otras muchas camas en el distrito, que justifican la sensación de sobrecarga turística que viven algunos barrios, como el Poblenou. El crecimiento hotelero ha sido de un ritmo de poco más de uno nuevo al año, pero en paralelo han emergido 1.167 pisos turísticos legales (más los ilegales) y varios albergues. El resultado es un saldo que incluye cuatro aparthoteles, tres pensiones, un bloque de apartamentos turísticos, nueve albergues y dos residencias. 

TERRITORIO SINGULAR

Su distribución en el territorio es tan dispar como para algutinar las cuatro posibles tipologías de ordenamiento municipal: el núcleo de Poblenou y la Vila Olímpica donde cualquier plaza eliminada no será relevada (zonas 1); los barrios del Parc i la Llacuna del Poblenou y Diagonal Mar i el Front Marítim del Poblenou, donde hay que mantener las plazas actuales y solo se podrá abrir más si hay bajas previas (zonas 2); el área de regulación específica del 22@ con un límite de 2.600 (zona 4), y el resto de barrios (zonas 3), donde se pueden ganar un máximo de 500 camas. Incluso en estos casos hay que cumplir una tabla de distancias y densidades que complican mucho dar con una ubicación viable.

No obstante, esas 3.100 plazas potenciales son más de una cuarta parte de las 11.000 autorizadas en toda la ciudad con el PEUAT por el gobierno de Colau para los próximos años. Y, sobre todo, hay que añadir la decena de proyectos en marcha que se habían tramitado antes de la normativa. Es el caso de hoteles como el SB Glorias, previsto para este verano, en Badajoz 148, o del Motel One de Pujades 11-13, también para este año. Con 235 y 301 habitaciones (dobles) constatan que la trama del distrito alentaba hoteles -hasta ahora- de mucha más capacidad que los proyectos del centro.

El ayuntamiento no ha precisado el volumen de plazas de esos otros proyectos ya aprobados (se ejecutarán antes de dos o tres años), por lo que no es posible evaluar en qué tanto por ciento engrosará la actual oferta. En cuanto a pisos turísticos, solo pueden abrirse en los barrios de zonas 2 y 3 si previamente ha habido bajas, y solo en edificios sin uso vecinal.

EL CASO DEL FÒRUM

La evolución de la camas en la última década también está llena de particularidades. La patronal destaca que en la zona Fòrum los hoteles fueron el germen de la reurbanización del entorno y su evolucion como barrio. Lo reitera Santiago Hernández, director del Barcelona Princess, quien recuerda que aquello era un erial en el 2004, y lo duros que fueron los comienzos. Aunque lo que para un barcelonés es lejos, para un turista es atractivo si tiene una parada de metro cercana, la playa a la vista o el centro de convenciones CCIB. 

En medio de la polémica turística, hoteleros de la zona se ponen como ejemplo precoz de esa implicación social que pide Colau a los sectores turísticos. Desde el 2004 trabajan codo con codo con entidades sociales en proyectos para barrio. En el 2010 esa actividad se oficializó como asociación Barcelona Fòrum District, con el CCIB y Trinijove, aglutinando a más de 20 empresas del sector, casi todo hoteles del distrito, cuya labor ha sido premiada por el ayuntamiento.

Hernández, que también la preside, destaca la integración laboral de más de 300 personas en riesgo de exclusión social de los barrios con más necesidades del distrito que han sido contratadas en los últimos años por esas empresas: desde puestos de cocina a limpieza, mantenimiento y demás. Entre ellos, jóvenes con riesgo de marginalidad, expresidiarios o mujeres que habían sufrido maltrato. Entre muchos programas, los hoteles dan cada día 50 menús (no excedentes) a comedores sociales, y otras tantas meriendas a niños; también colaboran en la limpieza del litoral, formación para jóvenes de sus barrios y demás.