REACCIONES

Los hoteleros acusan al ayuntamiento de alentar la polémica

Jordi Clos pide que el Gobierno de Colau "tome medidas" para evitar nuevos incidentes

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PATRICIA CASTÁN / BARCELONA

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Como la gota que desborda el vaso, el sector turístico ha reaccionado con contundencia ante los incidentes sufridos por dos hoteles, tras varios meses de discreción y silencio diplomático mientras buscaban un acercamiento con el gobierno de Ada Colau. Apuntan a la gestión municipal como corresponsable del clima antiturístico que se ha ido alimentando.

El sector temía que una situación así llegase a producirse, por la forma en que se ha desarrrollado el debate turístico, opinan. El Gremi d'Hotels de Barcelona ha amanecido este sábado exigiendo al ayuntamiento una "condena" pública, que ha llegado por la tarde, en boca del primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, vía tuit. Condenando los incidentes pero situándose al lado de los vecinos. En un tono mucho más contemporizador que el utilizado por su socio de gobierno, el teniente de alcalde de promoción económica Jaume Collboni (PSC), que ha recordado que "los hoteles son aliados del turismo de calidad".

El malestar es tal que está previsto que en los próximos días diferentes subsectores turísticos y económicos se reúnan y acuerden alguna medida o manifiesto conjunto. Jordi Clos, presidente de la patronal, ha reclamado que el consistorio "tome medidas oportunas" para evitar nuevos incidentes en el futuro. Están muy preocupados porque estas situaciones se puedan repetir y se salden con heridos o consecuencias más graves. Al margen del impacto que tenga en la imagen de Barcelona, como un destino inseguro y hostil para el viajero. La imagen de huevos y el bote de humo y la pintura lanzada contra hoteles puede tener un efecto inmediato, si la prensa internacional se hace eco.

PREOCUPACIÓN CIUDADANA

Las voces críticas contra la masificación turística de algunas zonas han crecido en los dos últimos años. Aumenta la preocupación ciudadana al respecto y la idea de que se está llegando al límite, pero una amplia mayoría de ciudadanos considera positivo el turismo para Barcelona, según las encuestas municipales.

No obstante, tanto el Gremi como Barcelona Oberta, que aglutina a los ejes comerciales turísticos del Born al paseo de Gràcia, acusan al ayuntamiento de haber "demonizado" al turismo. "El problema de los pisos turísticos y la inacción con la ilegalidad ha generado confusión", dice Clos, que responsabiliza al ayuntamiento de "haber echado leña al fuego" y está indignado con la "tibia" respuesta municipal a lo sucedido y con los "riesgos" que implica.

Gabriel Jené, presidente de Barcelona Oberta, cree que esta crisis es "consecuencia del discurso municipal", que en su opinión lejos de promover la actividad económica la criminaliza. Los representantes del sector temen el efecto que esa gestión tenga en el turismo de los próximos 10 años.