EIXAMPLE

Habitaciones amigas

La Fundació Jubert Figueras dispone de una red de viviendas para alojar a los parientes de enfermos desplazados a Barcelona

Una casa 8Montse Juvanteny y su marido, en un piso de la fundación.

Una casa 8Montse Juvanteny y su marido, en un piso de la fundación.

MARTA ALCÁZAR / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Al abismo del diagnóstico, a Montserrat Juvanteny se le unieron las cargas familiares. Hace dos años que una leucemia la obligaba a desplazarse a Barcelona para recibir tratamiento en el Clínic. "Pregunté al médico si podría traer a mi madre. Está a mi cargo y soy hija única", recuerda. "Cuando la asistenta social dijo que existían estos pisos y que podría venir conmigo vi la luz", explica.

El azar ha querido que Juvanteny regrese al mismo piso que la Fundació Jubert Figueras tiene en la calle de Mallorca. Ahora solo la acompaña su marido ya que la recuperación del trasplante de médula al que ha sido sometida es más complicada. "Aquí me he sentido como en casa", añade. Juvanteny es de Torelló y ha estado arropada por la familia en todo momento. Aun así, sabe que existe una red de voluntarios listos para acompañarla con solo marcar su teléfono.

La Fundació Jubert Figueras cuenta con 10 pisos repartidos por Barcelona, L'Hospitalet y Badalona que alojan a 22 familias. También tiene convenios con hoteles y habitaciones en casas particulares para estancias cortas. Todo pensado para alojar a familiares de enfermos desplazados con pocos recursos. "Contamos con 37 camas, pero así no damos abasto para alojar a todos los que lo solicitan", explica Marta Soler, asistenta social.

Los pisos están acondicionados con todas las facilidades para que la estancia sea más llevadera. En función de la renta, cada unidad familiar paga un alquiler simbólico de entre 1 y 10 euros al día porque a menudo a la enfermedad se une la reducción de ingresos. "No podríamos hacer frente a los gastos con los precios de Barcelona. También pagamos una hipoteca", explica Joan Vinyeta, marido de Juvanteny.

"Hay muchas familias desplazadas a causa de una enfermedad que no tienen donde descansar y no disponen de dinero para un hotel ni un apartamento", explica Paola Jubert, presidenta de la entidad. Sabe de lo que habla. Jubert es médico de cuidados intensivos y palpó el problema en primera persona. Tras aconsejar a la mujer de un paciente que fuera a descansar a casa, ésta respondió que era de Lleida y no podía pagar un hotel. Jubert quedó tan afectada que decidió ponerle solución. A finales del 2003 abrió el primer piso con la ayuda de familiares y amigos.

Más de 800 familias han pasado por las residencias: "La estancia media es de 35 días y muchas repiten", cuenta Jubert. Por los pisos pasan familias y pacientes oncológicos, neurológicos y neonatos entre otros, que entran en contacto con la fundación a través de trabajadores sociales.

Donaciones y rosas

Las donaciones de particulares, fundaciones y fondos públicos mantienen viva la labor de la entidad. También montan fiestas de captación de fondos como el II Mercat de Tasts Solidari o las rosas de Sant Jordi, en las que trabajan ahora. "Ofrecemos a empresas y particulares de Barcelona la posibilidad de regalar una rosa solidaria de Sant Jordi". Cada rosa cuesta 6 euros y se puede adquirir a través del e-mail de la fundación: fundacio@jubertfigueras.org o en el puesto que la entidad instalará delante de su oficina en la diada.