Colau urge a corregir "la anomalía" de la desconexión del tranvía

Ada Colau sabe bien cuán molestas pueden ser las brasas del debate sobre el tranvía. Por eso cuando habla de la conexión de las dos líneas 'interruptus' de ferrocarril en Barcelona, el Trambaix y el Trambesòs, lo hace con delicada contundencia. Durante las jornadas que se celebran en la UPC estos días sobre este medio de transporte, la alcaldesa ha urgido a corregir "una anomalía que se arrastra desde hace 12 años". Se refiere a la unión de los trazados. ¿Pero por dónde? Se supone que por la Diagonal, el proyecto elegido por Barcelona en Comú. Pero Colau solo ha citado la avenida en una ocasión, y no para dar por incuestionable que las vías deban instalarse en la avenida. 

Consciente de que el debate político es tan importante como el técnico, la alcaldesa ha invitado a reflexionar sobre la conveniencia del proyecto "sin apriorismos ideológicos". "Esta es una decisión urgente que no se puede posponer". Pero no se hará por imposición, sino que se buscará el "máximo consenso posible". Se hará así, entre otras cosas, porque no hay más remedio, pues el gobierno de Barcelona en Comú necesita mayoría en el pleno para aprobar un presupuesto anual que incluya la partida destinada a esta obra, que en su inicio requiere de unos 50 millones de euros. "No se puede analizar desde la mirada corta ni se puede hacer desde una visión de parámetros de movilidad del siglo XX. Estamos en el siglo XXI", ha remachado Colau. 

MODELO DE CIUDAD

Sobre si este es un debate técnico o político, el director general de Barcelona Regional, Josep Bohígas, en su ponencia en el congreso, este miércoles, ha asegurado que son conceptos que trabajan en paralelo. "Es sin duda un trabajo de fondo técnico, pero también hay discurso ideológico, porque se trata de una decisión sobre el modelo de ciudad. Todas las ciudades que han implantado el tranvía han pasado por esto".