Obras en el 'banco expropiado'

El trasiego ha vuelto a instalarse en el conocido como 'banco expropiado', el local del barrio de Gràcia que en los últimos meses ha sido escenario de idas y venidas a cuenta de los intentos del colectivo okupa de instalarse en este espacio y los posteriores desalojos de los Mossos d'Esquadra. Esta vez el movimiento se ha reducido a la entrada y salida de unos operarios, suficiente para desatar las especulaciones entre los vecinos del barrio, que apuntan a la voluntad del propietario del inmueble de buscar un futuro rendimiento económico del enclave.

Fuentes municipales han confirmado la petición de una licencia de obras menores para mejorar las condiciones del espacio, así como que los trabajos se vienen desarrollando desde hace varios días.

RIFIRRAFES

El último rifirrafe entre la policía y los okupas fue el 27 de noviembre, cuando los agentes desalojaron a las 18 personas que habían reokupado el inmueble horas antes. Sin embargo, tres días después, el colectivo anunció que uno de los activistas había logrado esconderse y eludir la acción policial. Pocas horas después del anuncio, los Mossos evacuaron a esa persona.

El 'banco expropiado' ha estado abonado a la polémica desde que fuera 'okupado' el 2011. Pocos meses antes de las elecciones de mayo del 2015 el gobierno de Xavier Trias decidió abonar con dinero público un alquiler mensual de 5.000 euros al propietario del local, en aras de "la paz social".

Se pretendía de esa forma evitar una reacción de la propiedad que conllevara el desalojo de los 'squatters' y su más que previsible revuelta callejera. Un escenario que hacía recordar a Trias el gran quebradero de cabeza del desalojo de Can Vies y que quería evitar a toda costa que afectara a su candidatura a los comicios municipales de ese año.