Victoria del Ejército

El Ejército gana su batalla al Ayuntamiento de Barcelona. No solo estará, sino que triplicará la superficie de su puesto en el Saló de l'Ensenyament que se celebrará del 22 al 26 de marzo en Fira Barcelona, después de la polémica suscitada el año pasado cuando la alcaldesa, Ada Colau, se mostró molesta por su presencia en la feria al considerar que no es pertinente en un salón dedicado a la enseñanza y a las salidas laborales.

El Ministerio de Defensa ha pedido ampliar la superficie contratada de los 36 metros cuadrados que tenía hasta los 100 metros cuadrados, mucho más que un simple estand. Fuentes de Fira de Barcelona han explicado que no tienen "ningún problema" para esta ampliación. Según el Ejército, cada año hay colas para conocer su oferta educativa y necesitan "más espacio" para atender mejor a los visitantes.

En la última edición del Salón de la infancia, que se celebró entre los días 27 de diciembre y 4 de enero, el ayuntamiento logró su objetivo. No estuvieron ni los Mossos d’Esquadra, ni de la Policía Nacional, ni Guardia civil ni Guardia Urbana de Barcelona ni el Ejército.

Miquel Àngel Essomba, comisionado de Educación y Universidades, señaló el pasado martes que el Ejército no debe participar en este salón porque el Parlament y el consistorio aprobaron propuestas en este sentido. Así lo explicó en la comisión de Derechos Sociales en respuesta a preguntas de Maria Rovira, concejala de la CUP.

Según Essomba, el ayuntamiento contactó en diciembre con Josep Lluís Bonet, presidente de la Fira, para "trasladarle la necesidad de cumplir con la moción del Parlament de julio y de dar respuesta a la declaración institucional de febrero del ayuntamiento". Todavía esperan una respuesta.

CONTROVERSIA

El comisionado rechazó un ruego de Ciutadans para que el ayuntamiento garantice la presencia del Ejército en este salón, porque defiende que deben respetarse la moción del Parlament y la declaración institucional municipal por "respeto a los procedimientos democráticos".

Marilén Barceló, concejal de Ciutadans, acusó al comisionado de Educación de considerar que ser militar o agente de la Guardia Urbana no es una profesión digna, “cuando trabajan en prevención y en labores humanitarias”. Essomba respondió que es “cuestionable” el trabajo del Ejército con los refugiados, lo que provocó encendidas críticas de Barceló y de la edil popular Ángeles Esteller.

Carmen Andrés, concejal de Infancia y portavoz municipal del PSC, recordó que el salón está organizado por Fira de Barcelona. "No por el ayuntamiento", precisó en la comisión de Derechos Sociales.

El año pasado no solo Colau protesto en el salón. Unos activistas también escenificaron parte de la campaña 'Desmilitaricemos la Educación', en la que escenificaron la muerte de personas con libros en las manos, rodeados de flores y con gente tirada en el suelo.