El conflicto de las terrazas resurge ante recortes en el Born y la plaza Reial

Terrazas en el Born

Terrazas en el Born / periodico

PATRICIA CASTÁN / BARCELONA

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Tras unos meses de aparente calma, la tormenta ha vuelto al sector de la restauración, con los proyectos planteados por el distrito de Ciutat Vella para reordenar las terrazas del barrio del Born y de la plaza Reial, dos puntos clave de terraceo llamados a perder decenas de mesas. Los planteamientos municipales chocan con el proceso negociador que se había abierto tras el verano entre el Gremi de Restauració de Barcelona y el nuevo segundo teniente de alcalde de Empresa, el socialista Jaume Collboni.

Lo dijo la teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, y lo volvió a repetir el otro día la concejala de Comercio, Montserrat Ballarín: "La ordenanza es un 'nyap'". La heredaron del mandato de Xavier Trias, quien se había comprometido a hacer ajustes si a la hora de aplicarla generaba disfunciones. Por eso, y a petición de la patronal y la oposición, se convino iniciar una modificación de la normativa, que estará lista el próximo año. Pero en ese contexto, el equipo de Colau sigue implantando ordenaciones para las 31 zonas singulares que debían tener reglas específicas -según Trias-, en algunos casos con criterios aún más estrictos.

En el Born se han producido ya varias reuniones, por zonas. En cada una de ellas se convoca a vecinos y operadores, pero la asociación de comerciantes Born Comerç lamenta que muchos pequeños empresarios no sean alertados de los encuentros y, en su opinión, se prime la participación y voz vecinal. "Nos dicen que los planes aún no son definitivos y se puede alegar, pero no recogen ni una de nuestras demandas", se lamentan en la entidad. En el otro bando, los residentes reivindican un recorte aún más contundente aludiendo al descanso vecinal.

LOS AJUSTES

Los comerciantes aceptan una reubicación o nuevas condiciones, pero no una afectación que ponga en juego "la viabilidad del negocio", dicen. Algún ejemplo: en la plaza de les Olles se retirarán mesas para dar nuevos usos a la plaza. En la plaza Comercial se quiere desplazar los veladores, que quedarán por encima de la entrada del aparcamiento, pero solo con 12 mesas por lado, perdiendo aproximadamente una decena pese a no ser una zona atiborrada de sillas. En el paseo Mercantil se pretende eliminar todas las mesas y desplazar algunas al paseo de Picasso, pero no podrían mudarse hasta que esté lista la distribución de esa otra zona, lo que en la práctica las aniquilaría temporalmente. Cada calle tiene algunas particularidades.

{"zeta-legacy-despiece-vertical":{"title":"El ayuntamiento dice que acata la ley","text":"En la plaza Reial, afirman, la disminuci\u00f3n de mesas es fruto de cumplir con los criterios de complementariedad de aforo de la ordenanza que hizo Trias, ya que el exterior no puede superar el interior. No obstante, y con la ordenanza en plena revisi\u00f3n, la \"voluntad municipal\" ser\u00e1 mantener terrazas a trav\u00e9s de la regulaci\u00f3n singular de la zona, con el horario que ya se recort\u00f3 el pasado verano.\u00a0"}}

En el caso de la plaza Reial, la última propuesta presentada desde el distrito de Ciutat Vella parte de eliminar un 27% de las 450 mesas. Sí, son muchas, pero curiosamente muchos defensores del tijeretazo no residen en la plaza, donde bastantes de los pocos vecinos han estampado firmas de apoyo en favor del terraceo. La razón es que el espacio público liberado suele ser reemplazado por botellón y lateros, como ya sucedió este verano con el recorte horario, aducen.

Rafael González, presidente de los operadores, confía en seguir negociando con el ayuntamiento. En los próximos días presentarán su propio proyecto, que idearon durante el anterior mandato y garantiza una disposición más fluida liberando zonas de salida de emergencias y demás, sin dinamitar tantas sillas. El PP ya se ha aliado con su causa, al considerar que la política de Colau al respecto paraliza la actividad económica y frena a posibles nuevos emprendedores.

El Gremi de Restauració, en boca de su director, Roger Pallarols, da por hecho que "la futura norma tendrá que ser capaz de revertir decisiones como la de la plaza Reial y la de la rambla del Poblenou" (recién aprobada, sin consenso), con lo cual cada uno de los debates genera una tensión inncesaria en los barrios, mantiene.

La agitación que vuelve a haber en el sector, en uno de los meses más rentables por las fiestas y celebraciones prenavideñas, coincide con una nueva ofensiva de inspecciones y multas, según ha denunciado la patronal en un comunicado. "En muchos casos se crean conflictos donde no lo había", lamenta Pallerols, quien teme que el proceso participativo sea "una pantomima" donde el consistorio impone su criterio.