entrevista

"Barcelona tiene una gran oportunidad para innovar"

EL PERIÓDICO realiza, en colaboración con Barcelona Global, una serie de entrevistas a profesionales internacionales que han escogido vivir y trabajar en Barcelona. Se trata de personas nacidas y formadas en el extranjero que por su experiencia, formación, capacidad emprendedora y creatividad aportan valor añadido a la economía global y pueden ofrecernos otra visión de la ciudad.

Cecilia Tham, fundadora de Makers of Barcelona, pide que la ciudad reduzca la burocracia y facilite más las cosas a las nuevas iniciativas

Cecilia Tham

Cecilia Tham / periodico

NACHO SÁNCHEZ VALDIVIA / BARCELONA

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Nacida en Hong Kong, Cecilia Tham reside en Barcelona desde hace más de 14 años. Ha vivido en Macao, Atlanta, Nueva York y Boston y tiene dos hijas. Es fundadora de Makers of Barcelona, una de las mayores plataformas de ‘coworking’ en la ciudad. También ha creado FabCafe, MEAT Creative y Assemble.rs, iniciativas que promueven la innovación colaborativa entre empresas e individuos.

-¿Por qué escogió Barcelona? Vine a Barcelona para visitarla y no tenía planeado mudarme aquí. Pero una vez estás en la ciudad, hay algo en ella que te cautiva y que te hace quedarte: una semana se convierte en un mes, un mes en un año, y antes de que me diera cuenta, Barcelona se había convertido en el sitio donde decidí vivir y en mi casa.

-¿Qué aspectos de la ciudad destacaría como positivos? Barcelona te da una calidad de vida que es difícil de superar: su clima, su gastronomía, su cultura, su belleza, su riqueza… Es una ciudad en la cual te despiertas y dices: ‘Dios mío, esta ciudad es preciosa’. Está tan llena de vida que, cuando caminas por las calles, en cada esquina, te puedes adentrar en su cultura y su historia.

-¿Qué hay que mejorar? Como otras ciudades, Barcelona tiene sus problemas. La burocracia es excesiva y lenta, la mentalidad anticuada y existen prejuicios hacia otras culturas, lo que considero que está estrechamente relacionado con la educación y la integración. De hecho, yo no hablaba ni catalán ni castellano y me costó integrarme y encontrar trabajo. Incluso me planté volver a los Estados Unidos. Así pues, en este sentido, Barcelona tiene que ser una ciudad más internacional. Además, los salarios son bajos y el desempleo es alto. Estos son los grandes problemas que Barcelona necesita afrontar.

-¿Cuál siente que es su ciudad? ¿Qué es lo que más echa de menos? Tengo dos hijas y ellas se sienten de Barcelona. Sin embargo, yo continúo preguntándome cuál es mi hogar. Me siento barcelonesa, pero echo de menos la rapidez y la agilidad con la que se hacen los trámites en Estados Unidos. Aunque viajo mucho y me encanta pasar algunos días en otras ciudades, me gusta volver a Barcelona y sentir como me "reinicio". Necesito ese contraste entre el ajetreo de lo pasajero y la tranquilidad de Barcelona.

-¿Cuáles son las grandes carencias de la ciudad en su sector? La ciudad está llena de personas con mucho talento en el diseño y la tecnología, con un gran alcance local pero también internacional. Sin embargo, las leyes y regulaciones locales constantemente están chocando con nuestro sector, la innovación. A veces, es realmente difícil encajar dentro de la burocracia. Por eso, la ciudad necesita un protocolo que regule estas iniciativas. Actualmente, la ciudad impide que se desarrollen propuestas alternativas como Uber o Airbnb. Y obviamente, considero que la innovación beneficia a la ciudad, ya que fomenta la educación de calidad, la cultura corporativa, la transformación urbana, la economía urbana... Nuestra sociedad está siendo alterada por iniciativas innovadoras y rompedoras como nunca antes. Barcelona tiene una gran oportunidad para innovar, pero necesita empezar desde la raíz.