Garganté indigna al PSC al vincular a Ernest Lluch con el GAL

El concejal de la CUP en Barcelona Josep Garganté ha indignado al PSC al vincular la figura de Ernest Lluch, asesinado por ETA, con el GAL. El lunes se cumplían 16 años del asesinato del que fuera ministro de Sanidad. Sucedió en el párquing del edificio en el que vivía, en Barcelona, donde le dispararon dos veces en la cabeza.

La alcaldesa, Ada Colau, hizo un tuit el lunes para recordar el aniversario de la muerte del socialista: “Hace 16 años que ETA asesinó a un hombre comprometido y querido, en Barcelona y en todas partes. Ernest Lluch, siempre en nuesta memoria”.

Garganté respondió a Colau con otro tuit: “Y de PSC-PSOE”. Y cuando otro usuario de la red social le preguntó a qué se refería con esa precisión, el concejal contestó: “Pues que era del PSOE (que no eran, por cierto, unas hermanitas de la caridad precisamente)", texto que acompañaba de la foto en la que Felipe González abraza a José Barrionuevo y Rafael Vera, que ingresaban en la cárcel condenados por el secuestro de Segundo Marey, obra del GAL.

El jefe de filas del PSC en el ayuntamiento, Jaume Collboni, ha dejado este martes un mensaje, también en Twitter, en el que exigía a Garganté "una rectificación inmediata. Sus palabras son un insulto a los socialistas y a todos los defensores del diálogo y de la paz”.

GARGANTÉ RECULA

Este martes por la tarde, Garganté ha hecho dos tuits al respecto de la polémica que él mismo ha suscitado. El primero: “No pretendía ofender a amigos y familiares de Ernest Lluch, ni justificar su asesinato, sino criticar la guerra sucia”. Y el segundo: "El redactado del tuit [de la piulada en el original] ha sido desafortunado".

Garganté ha demostrado en el año y medio que lleva de concejal en el Ayuntamiento de Barcelona una considerable tendencia al conflicto. El más comentado tuvo lugar cuando fue grabado en vídeo presionando a un médico de urgencias para que cambiara el informe sobre un mantero y apuntara como causa de la lesión que la Guardia Urbana le había empujado en las escaleras del metro, y no que había caído, un tema por el que está pendiente de juicio. Cuando se le reprochó, Garganté no se arredró: “No dimitiré, no me arrepiento de nada y volvería a hacerlo”.