ANÉCDOTA EN EL MOLL DE DRASSANES

Uno de los 'Miraestels' de Llimós queda a la deriva en el puerto de Barcelona

Salvamento marítimo ha rescatado la escultura, que se ha desprendido de sus grilletes y ha llegado a las Golondrinas

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CARLOS MÁRQUEZ DANIEL / BARCELONA

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Una estrella entre las manos y un as en la manga. Una de las dos esculturas casi idénticas que Robert Llimós instaló frente al Maremagnum en el 2005, bajo el nombre de Miraestels, se ha desprendido este martes de su sistema de fondeo y ha quedado a merced de la suave marea del puerto de Barcelona. Ha necesitado 11 años de desgaste para poder casi acariciar la costa. Casi porque la autoridad portuaria ha llamado a salvamento marítimo, que ha procedido al rescate. 

El aviso se ha producido a las 12.23 horas. "Nos han dicho que la escultura se había soltado y que la tenían localizada", ha detallado a este diario Lali Pujol, responsable de salvamento marítimo en Barcelona. Han desplegado la salvamar Mintaka, de 21 metros de eslora, una ágil embarcación botada en el 2009 y preparada para dar respuesta a cualquier incidencia en el mar. Ha partido del muelle de Pescadores y se ha dirigido a la zona del muelle de Drassanes, donde ha procedido a remolcar la figura, que flotaba muy cerca de las Golondrinas. La maniobra, a pesar de tratarse de una obra de arte, no ha sido complicada. Sobre la hora de comer, el puerto ha recuperado el Miraestels perdido.

VIDA AHÍ FUERA

Lo que ha podido suceder, y visto que la escultura arrastraba la cadena de sujeción, es que se haya roto el grillete que mantenía la pieza asida al fondo marino. Sobra decir que la corrosión en el mar -sumen al agua salada la roña de las aguas barcelonesas- es mucho más acusada que en tierra firme. El propio Llimós, en alguna ocasión, ha admitido que sus personajes flotantes miran al cielo como pidiendo ayuda. Por un Mediterráneo contaminado. O por la fe de que haya vida ahí fuera, más inteligente que la humana. En el fondo, sin embargo, la inspiración es mucho más terrenal: la colección de poesías breves de Joan Brossa