BARCELONEANDO

El diseño y la tortilla de patatas

Makea Tu Vida apuesta por la reutilización de los residuos y desterrar el 'usar y tirar'

Dos sillas crecidas en el campo de muebles de Gavin Munro y expuestas en 'Rehogar'.

Dos sillas crecidas en el campo de muebles de Gavin Munro y expuestas en 'Rehogar'. / periodico

NATÀLIA FARRÉ / BARCELONA

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A priori se puede pensar que el diseño y la tortilla de patatas están uno a las antípodas de la otra. Pero no. Se parecen más que un huevo a una castaña, sobre todo si el diseño lleva 'abierto' por apellido. "Nosotros lo comparamos con la cocina, con las recetas, algo que siempre se comparte. Todo el mundo explica cómo hace una tortilla de patatas, si le pone o no cebolla, si la cuece más o menos. Es un conocimiento que se transmite de una forma natural", explica Mireia Juan, ingeniera industrial "reinventada a manitas", especifica. Vale. ¿Y el diseño? "Esto no pasa. Existe una legislación alrededor de los modelos industriales que dificulta que terceros puedan aprovechar el conocimiento ya desarrollado para mejorarlo o para continuar generando conocimiento. El diseño abierto quiere evitar esto". Entendido: los secretos de cómo construir un objeto, un electrodoméstico, pongamos por caso, deberían circular con la misma facilidad con que lo hacen los secretos de la cocina. Juan es miembro de Makea Tu Vidauna asociación que además del intercambio de saber, defiende la reutilización de los residuos y promueve nuevas maneras de consumir y producir. Vamos, nada de 'usar y tirar'.

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De ahí lo de maquear, que es lo mismo que decir transformar, arreglar, customizar, personalizar, reparar, tunear, adaptar, apañar... Reutilizar. Eso sí, hay que hacerlo con las propias manos. Lo que se conoce por cultura DIY ('do it youself'; hazlo tú mismo) o DIWO ('do it with others'; hazlo con otros). Que se rompe la pata de una silla, pues se arregla con una botella de plástico. Que hay una carrera en las medias, pues se coge una percha y con ambas cosas se construye una lámpara. Que no sabemos qué hacer con las bombillas, pues las reconvertimos en tiestos. "Una manera mucho más efectiva de concienciación medioambiental que las campañas que explican en qué contenedor deshacerse de un tetrabrik", afirma Juan. Y del Makea Tu Vida al 'redecora tu vida' de Ikea hay un paso. Por eso el logo de estos adalides del aprovechamiento es igual que el de la conocida casa de muebles. "No es una campaña contra Ikea ni mucho menos. Es un guiño. Estamos hablando de utilizar y reutilizar todo aquello que tenemos a nuestro alrededor, incluso el logo de Ikea", aclara Juan. Además, la firma sueca les iba al pelo. No en vano, el colectivo nació hace 10 años y lo hizo a raíz de los interesantes cachivaches que encontraban por la calle el día de recogida de muebles viejos.

OBJETOS DE USO COTIDIANO

Lo suyo es la formación. Enseñar cómo se puede reutilizar, y proponer alternativas de consumo y producción con responsabilidad medioambiental y social. Pero una vez al año se lían la manta a la cabeza y organizan una exposición en el Museu del Disseny: 'Rehogar'. Ya suman ocho. Todo lo que muestran existe y es utilizable. No vale la idea, sino su plasmación. "No queremos que el público vea estos objetos como obras de arte sino como objetos de uso cotidiano". De acuerdo. Pero algunos, como las citadas lámparas salidas de unos panties rotos o las bombillas reconvertidas en macetas, son de lo más artístico. Aunque no de lo más curioso. A originalidad pocos ganan a Gavin Munro y su proyecto 'Full Grown'. El diseñador británico tiene un campo de muebles. Tal cual. Si unos hacen crecer árboles para luego convertirlos en sillas o mesas, él hace crecer árboles directamente con forma de silla y mesa. Así se ahorra todo el proceso de fabricación. 

APTO PARA TODO

A la zaga en originalidad le va otro diseñador inglés, Peter Marigold. Lo suyo son las tarjetas de bioplástico, algo que el creador opina todos deberíamos llevar en la cartera. ¿Por qué? Se calientan con agua, se reblandecen y sirven para todo. Tanto para crear un jarrón como para construir el mango desaparecido de un destornillador. Pero, ¿qué hay del diseño abierto? También está presente. Hace años el chef Joan Roca inventó la Roner, un electrodoméstico para cocinar a baja temperatura. Ahora Hirikilabs de San Sebastián ha desarrollado la misma idea pero en abierto, ha puesto sus conocimientos al alcance de todo el mundo, y de paso un precio asequible al artilugio.

Y aunque por lo escrito pueda no parecer así, el diseño abierto no va siempre ligado a la cocina. Vale para todo.