EXPOSICIÓN POLÉMICA

El comisario de la exposición del Born: "La estatua de Franco me da repelús"

Miquel Risques "entiende" a los que lanzan huevos, aunque considera que se trata de "reacciones irreflexivas"

CRISTINA SAVALL / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Manel Risques, el historiador que ha ideado la controvertida exposición 'Franco, Victòria. República. Impunitat i espai urbà', que se inauguró el lunes con altercados, reconoce que la estatua del dictador le provoca "repelús". La escultura, que se encuentra en la explanada peatonal que rodea al Born Centre de Cultura i Memòria de Barcelona, no deja indiferente a nadie. El comisario asegura que desde el Comisionado de de Programas de Memoria del Ayuntamiento de Barcelona ya preveían reacciones en contra de esta instalación, a la que los vecinos insultan, lanzan huevos y pintan grafitis. Este martes le han llegado colocar una muñeca hinchable montada sobre el caballo.

-¿Entiende estas reacciones, discusiones y encendidas peleas ante la estatua decapitada de Franco?

-La estatua de Franco, y también la de la Victoria, me producen aversión. Puedo entender a quien vaya allí a lanzar huevos, pero es una conducta instintiva, poco reflexiva, que hipoteca el razonamiento que pretendemos. Si no reprimimos el instinto, no podemos avanzar y generar un debate público sobre la impunidad que hubo durante la democracia con los símbolos franquistas, que es el principal objetivo de la exposición. Lo que no me esperaba es que en agosto ya se encendiera una polémica sin aún saber de qué iba.

-La imagen de la estatua de Franco que más circula en las redes sociales es la muñeca hinchable.

-Que no se malinterprete, pero a mí me ha hecho gracia. He reído. Es una ocurrencia que no hace daño a nadie. Entiendo que no comporta ningún daño ni incita a nada. Hay otras cosas que me preocupan más.

-La Fundación Francisco Franco ha acusado este martes a Ada Colau por el "bárbaro aquelarre a que ha sido sometida" la estatua ecuestre del dictador.

-Una vez más hará el ridículo. Es increible que a día de hoy alguien tenga el atrevimiento de demandar algo así. No tiene justificación. No se puede contemplar una acusación que proviene de unos orígenes tan marginales.

-El Born es considerado por muchos soberanistas como el santuario del independentismo. El lugar elegido incrementa aún más la polémica.

-El Born se debe entender como un espacio de la memoria de los catalanes, de sus derrotas y de las destrucciones, que son la de 1714 y la de 1939. No se

{"zeta-legacy-phrase":{"name":"\"El Born se debe entender como un espacio de memoria de los catalanes, de sus derrotas. No se puede limitar a 1714. Es limitar la historia\"","position":null,"text":null}}

puede limitar a 1714; es reducir la historia. Por ello, este centro ahora está dedicado a la memoria de dos momentos históricos tan traumáticos que continúan presentes.

-¿De dónde surge la idea de sacar dos estatuas franquistas del almacén?

-Ricard Vinyes quería programar el ciclo ‘Evocacions de la Ruïna', como una reflexión sobre la impunidad durante la democracia, y ello se concretó en dos propuestas expositivas. La primera fue ‘Això em va passar. De tortures i d'impunitats (1960-1978)’, que versa sobre la tortura, un tema aún irresuelto. Y la segunda, es la exposición sobre el franquismo que traslada la ausencia de culpa al ámbito urbano con la presencia de dos estatuas franquistas que estuvieron en el espacio público. La de La Victoria, de Frederic Marès, hasta el 2011, y la ecuestre de Franco, obra de Josep Viladomat, hasta el 2008. La mejor manera de explicar lo que pasó era convirtiendo a estas esculturas en las grandes protagonistas de la exposición.

-Hay más esculturas franquistas en los almacenes. ¿Por qué eligieron las de Marès y Viladomat? 

-Fuimos a ver también el Monumento a los Caídos, el polémico conjunto, que cuenta con una escultura de Josep Clarà, instalado en 1951 en la Diagonal, de donde no se retiró hasta el 2005. Y también el monolito del general Moscardó, que defendió el Alcázar de Toledo durante la guerra civil. Elegimos las ahora expuestas por sus contradicciones éticas.

-La previsión es que ambas estatuas permanezcan en la explanada del Born hasta el 8 de enero. ¿Cree que llegarán a Navidad?

-No sé por qué no. A nivel personal me provoca un repelús total ver la estatua de Franco porque mi relación con la dictadura fue muy contraria, como la de mucha gente. Pero la indignación que siento al toparme con una estatua de Franco no debe de obstaculizar que sea capaz de pensar qué repercusión tiene un franquismo que todavía está presente.

-La exposición de la tortura también versa sobre la falta de memoria histórica.

-No hay ningún gran protagonista que haya dictado ejecuciones y ejercido la tortura en las comisarías y en las cárceles franquistas que haya sido juzgado por haber cometido crímenes. Los casos más aberrantes de impunidad son los de Juan Antonio González Pacheco, conocido como ‘Billy el Niño’, que fue inspector de policía de la Brigada Político Social, y el exministro Rodolfo Martín Villa, que fue uno de los responsables de la matanza del 3 de marzo de 1976 en Vitoria, y que está reclamado por la justicia argentina.