Pérez Andújar explica el 'making of' de su pregón

Cuenta desde su muro en Facebook cómo fue el proceso creativo y emocional del discurso

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Hola, hola.

Muchas gracias, compas, por recibir el pregón de la Mercè con tanto afecto, amistad, solidaridad, compromiso, complicidad, emoción, ilusión, risas, lágrimas, bocadillos, picores en las pantorrilas... La verdad es que me he quedado alucinado. Yo qué sé... Bueno sí qué sé esto que voy a poner a continuación, pero supongo que también lo debe saber todo el mundo, lo que pasa es que es lo único que sé, así que ahí va. Me refiero a que creo que sé cómo hice el pregón.

La estructura es la del 'Aullido' de Ginsberg. Me la pillé porque es el poema que llevaba retumbándome en la cabeza cuando era un chavalín y me subía al BS y al SC para ir a Barcelona a ver qué pasaba. El poema lo tenía en la edición Star Books. Joder, antes los chavalines nos aprendíamos poemas de memoria para crecer más rápido. Entonces, cuando me puse con el pregón lo que hice fue coger el pie, el trampolín, y en vez de hacer "He visto a las mejores mentes...." que tal y tal (pretéritos, tercera del plural), ardiendo (o cualquier otro gerundio) en tal y tal, y que tal, porque entonces...., puse el trampolín de "Felices fiestas de la Mercè" (al fin y al cabo Barcelona es mi Nueva York)... y seguí no muy fielmente el ritmo, la manera de Ginsberg, que también era la de Whitman y la de Ernesto Cardenal. De hecho, Cardenal y Ginsberg más que leerlos, me han picado como la araña a Peter Parker, y los llevo atómicamente incorporados en mi pellejo.

Y sabiendo cómo explicarlos, decidí los temas de los que quería hablar, y el tema siempre es uno mismo. Así que hablé de mí mismo: los tebeos, el r'n'r, los libros, las calles, todo lo que me gusta y donde me siento que estoy vivo.

Y todo eso como no es nada del otro mundo, porque los otros mundos no existen o están éste, que decía Eluard, pues quieras que no siempre se acaba compartiendo con mucha gente, porque más o menos todos somos parecidos, es decir, mamíferos.

Y al final del todo, como cuando éramos críos y enterrábamos en los descampados trozos de espejos y notas escritas con tinta invisible, enterré muchos de mis tesoros en esos párrafos. Unos cuantos de ellos los desentierro ahora entre paréntesis. Y los que dejé al descubierto, pues ya se ven.

.... Y si no, que le pregunten al inquieto Onofre Bouvila por qué vino a la ciudad de los prodigios (Eduardo Mendoza, 'La ciudad de los prodigios'). Barcelona es una ciudad escrita con la caligrafía de los sueños ('La caligrafía de los sueños', Juan Marsé), con las letras que salen del humo de las fábricas ('Humo de fábrica', Joan Salvat-Papasseit), tallada con diamante en cada una de sus plazas ('La plaça del Diamant', Mercè Rodoreda) sobre las que vuelan los pájaros de Bangkok ('Los pájaros de Bangkok', Vázquez Montalbán). En cada pensión de la ciudad, un Sinatra ('Sinatra', novela urbana, Raúl Núñez) ha derramado whisky sobre su amigo muerto ('Derrama whisky sobre tu amigo muerto', Raúl Núñez)...

... Felices fiestas de la Mercè a la Barcelona con garras de astracán ('Garras de astracán', Terenci Moix). A los reyes olvidados ('Olvidado rey Gudú', Ana María Matute) en la primera memoria ('Primera memoria', Ana María Matute). A los bardos (colección de poesía El Bardo, José Batlló) en sus taifas (librería Taifa de Gràcia, José Batlló). Barcelona inmersa para siempre en el tiempo de las cerezas ('El temps de les cireres', Montserrat Roig), en las baladas del dulce Jim ('Baladas del dulce Jim', Anna Maria Moix). Por todas las calles de Barcelona se ha bailado la conga ('El secreto de las fiestas', Francisco Casavella) que lleva al triunfo ('El triunfo', Francisco Casavella). Barcelona, ciudad de caballitos ('A los caballitos', Jesús Lizano) y de mamíferos ('Mamíferos', Jesús Lizano).

Barcelona es la ciudad de los libros...

... Barcelona layetana, país de los lacetas ('Viatge al pais dels lacets'), con un zoo de papel infantil ('El zoo d'en Pitus') en el corazón del barrio chino ('Barri Xino', una crònica de postguerra)...

... Barcelona lo ha sido todo en el tiempo: desierto y Avenida de la luz ("Avenida de la luz, el desierto empieza aquí", Loquillo y los Trogloditas), rosa de fuego (rosa de foc, semana trágica) y llanto de pasión ('Llanto de pasión', El Último de la Fila), La piel fría ('La pell freda', Albert Sánchez Piñol) y la piel quemada ('La pell cremada', Josep Maria Forn)...

Pero bueno, nada de esto importa, porque cuando lo hice era muy pequeño. Muchas gracia de todo corazón, compas.