UNA HISTORIA DEL EIXAMPLE... El Cotton House

La casa del algodón

La biblioteca del Cotton House Hotel, de Gran Via, 670.

La biblioteca del Cotton House Hotel, de Gran Via, 670.

IGNACIO PADILLA / BARCELONA

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La mansión de la familia Boada posee una historia de 140 años ligada a la flor del algodón. Ha tenido distintos habitantes desde que se construyó en 1876 en Gran Vía de les Corts Catalanes, 670, pero todos ellos han conservado su esencia algodonera. Ahora es el lujoso hotel  Cotton House.

El edificio nació en pleno auge de la industria textil. Miquel Boada, miembro de una familia de la alta burguesía catalana que comerciaba con algodón, contrató a Elies Rogent, arquitecto del edificio histórico de la Universitat de Barcelona.

Rogent le entregó un emblemático edificio de estilo neoclásico, todo un testimonio de cómo vivía la burguesía catalana en aquella época. Los techos de la planta baja y el tamaño de las puertas todavía conservan sus medidas originales, diseñadas para permitir el ingreso de carruajes a caballo hasta una imponente escalinata de mármol.

En 1975, la Asociación Industrial Textil del Proceso Algodonero (AITPA) compró el inmueble con la idea de crear una auténtica casa del algodón que albergara el mayor número posible de organismos algodoneros. AITPA contrató al arquitecto Nicolau Maria Rubió para remodelar el edificio. "Él creía que debía conservarse el estilo ochocentista para recordar la época en la que nació la industrial textil moderna", recuerda José María Botet, secretario general de la asociación algodonera.

ESCALERA COLGADA

Esta decisión salvó del derribo al palacete de los Boada. En cambio, Rubió lo amplió con tres plantas superiores y construyó una escalera caracol que cuelga del techo -sin estar apoyada en el suelo- que conecta las plantas nuevas con las inferiores.

En el 2014 AITPA decidió alquilar el edificio por motivos económicos. Desde el 2015 lo explota la cadena Marriot como hotel de lujo. La identidad algodonera todavía se mantiene hasta en los más mínimos detalles, empezando por el nombre: Cotton House Hotel. "Cada habitación está decorada con una flor de algodón y el hall está perfumado con esencia de flor de algodón", detalla el conserje, Alfredo Martínez .