Barcelona buscará la fórmula para evitar el derribo de Can Vies

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GUILLEM SÀNCHEZ / BARCELONA

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Barcelona ha estrenado este sábado, tras más de una década de obras, su ambiciosa rambla aérea que cubre 760 metros de vías de tren de la estación de SantsUn jardín elevado de tres hectáreas, un superficie equivalente a un tercio del parque de Collserola. El primer día que los paseantes han podido pisarlo ha servido también para agitar nuevamente el debate sobre el futuro que aguarda al centro social okupado de Can Vies, que parece cada vez más cerca de asegurar su supervivencia.

Su desalojo en mayo del 2014 desencadenó en el barrio una semana de violentos disturbios que cesaron cuando se detuvo el derribo previsto para llevar a cabo la construcción sobre el tejido ferroviario. Desde entonces, sigue sin despejarse definitivamente su horizonte. Pero la teniente de alcalde de Ecología, Urbanismo y Movilidad, Janet Sanz, y la concejala de Sants-Montjuïc, Laura Pérez, han vuelto a defenderlo este mediodía como un “referente asociativo y cultural del barrio” y han asegurado que los planes del ayuntamiento pasan por lograr una “solución dialogada” entre la comunidad de todos los vecinos que mantenga el emblemático edificio de Can Vies.

Será durante la implementación de la tercera fase de este ambicioso proyecto arquitectónico cuando se decida finalmente de qué modo se construye un acceso que conecte la zona trasera de Can Vies con la nueva rambla. A través “de una rampa” o “de un ascensor”, han aclarado fuentes del consistorio.

El más crítico con esta decisión de buscar una solución que mantenga en pie Can Vies ha sido el líder del PP en Barcelona, Alberto Fernández, quien ha pedido a la alcaldesa Ada Colau que apoye su derribo, tal y como estaba previsto cuando en el 2010 el entonces alcalde Jordi Hereu, del PSC, aprobó el planeamiento urbanístico del bautizado como cajón de Sants.

El líder popular ha recordado que el actual planeamiento prevé que parte de Can Vies sea edificable y parte zona verde, por lo que "un cambio de ubicación de la rambla de acceso a la cubierta del cajón de Sants, prevista en Can Vies, obligaría a cambiar el planeamiento vigente, con la demora que esto comportaría, mientras las otras dos otras fases ya estarían inauguradas".

Por este motivo, ha reiterado su petición de derribar el edificio okupa de Can Vies para finalizar unas obras que considera que los vecinos esperan desde hace tiempo, "ya que mejorarían la conectividad con el metro de la L1 de Mercat Nou y revitalizarían el barrio completando las obras del cajón de Sants".