El jurado concede con bronca el primer premio de Gràcia a Fraternitat de Baix

El tramo más sureño de la calle de Fraternitat ha ganado el primer premio de las fiestas de Gràcia. Verdi, el persistente ganador, con nueve medallas de oro en lo que va de siglo, ha quedado en esta ocasión en la séptima posición. Sorpresa pues en el concurso de calles decoradas. Sorpresa y un poco de bronca, porque los vecinos de Progrés, que habían reconvertido su calle en un barco pirata a la altura de la 'Perla Negra' de Jack Sparrow, se tomaron a la tremenda la quinta posición. Habrían pasado por la quilla al jurado. Optaron por zarpar de la plaza de la Vila, donde se repartían los trofeos, entre gritos de “tongo, tongo”, que no solo coreaban ellos, sino también otros equipos. La segunda posición fue para la calle de Joan Blanques de Baix de Tot y la tercera para Tordera, que compartía tema, ‘La mar salada’, con la ganadora Fraternitat de Baix.

La entrega de premios del concurso de decoraciones de las fiestas de Gràcia tiene un engañoso aire campechano. La primera premiada que subió al escenario, séptima en la categoría de balcones y tiendas engalanadas, lo hizo con lo que desde la distancia parecía un cubata. Entre el diploma y la copa a punto estuvo de dejárselo en la mesa de las autoridades. Los vecinos de la plaza Rovira, sextos en el concurso de calles, una notable posición, subieron al estrado con los perros. Nadie iba, en resumen, de etiqueta. Es Gràcia y es agosto. Pero el ambiente de camaradería y desenfado no significa que no haya tensión. Se leen los premios del último al primero. Descartado el siempre duro rival de Verdi, a los de Progrés se les iluminó la cara, pero cuando sonó su nombre para el quinto premio, estalló la bronca. Solo uno de los vecinos, por aquello de no hacer un feo total, subió a recoger el diploma. El resto, mientras, emprendía ya la marcha.

JURADO Y PÚBLICO

La entrega de premios, afortunadamemte, cae a mitad de las fiestas. A su manera es una perfecta operación de publicidad, que reaviva las ganas de visitar las calles. Total, que el jurado habrá hablado, pero ahora es el momento de la opinión popular, no computable más allá de los ¡ohs! y ¡ah! que expresen los visitantes.

Que Fraternitat de Baix apuntaba para podio ya se intuyó cuando se repartieron los premios iniciales, por ejemplo el de la mejor entrada. Ese pescador gigante que ocupa media calle es un trabajo de gran calidad. También en esa fase inicial se premiaron los detalles artísticos de la travesía de Sant Antoni, cuyos animosos vecinos al final quedaron cuartos en el concurso general.

La breve bronca que se vivió en la plaza, en cualquier caso, tal vez sea el síntoma de que las fiestas de Gràcia están viviendo un renacimiento y nadie quiere quedar en la sombra. Este año han sido 20 las calles y plazas decoradas y, lo que es menos subrayado, 43 tiendas y balcones han sido también arreglados para la ocasión. En esa categoría, por ejemplo, el primer premio ha sido concedido al número 12-14 de la calle de Santa Magdalena. También merece la pena una visita.